Tres millones de objetos orbitan alrededor de la Tierra
"Limpiar la basura espacial es más caro que mandar una misión a Marte..., y nada glamouroso", ha reconocido Augusto Caramagno, el responsable de desarrollo de negocio en los programas de la Agencia Espacial Europea (ESA) de la empresa de ingeniería SENER.
Caramagno ha sido uno de los invitados en el primer debate del foro “CyT en 60 minutos“, organizado hoy en Madrid por la Agencia Efe con el apoyo de la Fecyt, para analizar la situación actual de la carrera espacial con ayuda de diferentes expertos.
Durante el desarrollo de esta iniciativa los especialistas han certificado la existencia de unos tres millones de objetos, principalmente chatarra y restos de satélites y cohetes, orbitando la Tierra en este momento.
De ellos, 20.000 tienen un tamaño superior a los diez centímetros, “más que suficiente para interferir” en una misión e incluso poner en peligro la vida de los astronautas que en los últimos años han tenido que buscar refugio ante esta amenaza ya que cualquier impacto de basura espacial, incluso trozos muy pequeños, puede afectar a los trajes presurizados o a las propias naves.
Aunque el sector espacial “respeta, acata y trabaja por la conservación del medio ambiente desde muchos aspectos“, Caramagno ha reconocido que “cuesta muchísimo dinero retirar unas pocas piezas y luego además no luce ante la opinión pública”.
Otro de los expertos presentes en esta jornada, Emmet Fletcher, el responsable de comunicación de ESA en España, también ha hecho hincapié en este problema y ha asegurado que la agencia ha puesto en marcha programas como “Clean Space” (“Espacio Limpio”) con el objetivo de reducir el impacto ambiental de las misiones.
Fletcher ha recordado que “hemos recuperado paneles solares del telescopio espacial Hubble en los que se ven perfectamente los impactos que han hecho los pequeños trozos de esta basura“, lo que demuestra el peligro que corren los ingenios espaciales.
Sin embargo, “no sólo trabajamos en la reducción de basuras sino en la de la contaminación”, ha explicado, “lo que nos conduce a la búsqueda de combustibles menos contaminantes y peligrosos para la propulsión de cohetes y vuelos tripulados”.
Los expertos han recordado que “desde el momento en el que se necesita un sistema de propulsión quemando combustible para superar la gravedad se va a producir la contaminación, pero trabajamos mucho para reducirla y vamos a seguir haciéndolo”.