Se trata de un Boeing 727 de 1965 que en su vida por los aires transportó viajeros en Sudáfrica ahora convertido en una suite de dos dormitorios situado en Quepos, Costa Rica, cerca del Parque Nacional Manuel Antonio, en la orilla de la selva con vistas a la playa y el océano.

Aun hay más monos que humanos.

Aseguran los propietarios del lugar.

El hotel-avión Costa Verde Resort, se encuentra sobre una plataforma a 15 metros del suelo. El interior del avión ha sido decorado con madera de teca local, a excepción de cierto mobiliario en el cual se utilizó madera del Pacífico de Indonesia. La utilización de materiales locales es una buena táctica para reducir el impacto ambiental al remodelar algún espacio.

 Es interesante cómo llegó el avión hasta Quepos, fue transportado pieza por pieza desde el aeropuerto de San José a su actual lugar de descanso en un pedestal de 50 metros. Y aunque el transportarlo e importar madera para su mobiliario seguro tuvo un impacto ecológico negativo, también es cierto que el proyecto terminado es un gran ejemplo de reciclaje, lo cual equilibra la huella ambiental de su desarrollo. No olvidemos que un hotel verde es aquel que encuentra un balance positivo en el medio en el cual se encuentra construído, o en este caso, estacionado.

En Estocolmo existe un proyecto similar, se trata de un hostal construído en un Jumbo Jet.