Un grupo de universitarios holandeses fabrica con residuos un coche eléctrico
Alargar la vida útil de los materiales de fabricación comienza a ser hoy en día una prioridad para muchas marcas automovilísticas. El uso de componentes reciclados y reciclables juega ya un papel significativo a la hora de desarrollar un nuevo modelo. Esa idea, basada en la conservación del medio ambiente, está aún más arraigada en las nuevas generaciones de jóvenes ingenieros y diseñadores que se van incorporando al sector.
Así es como ha nacido el automóvil bautizado como Luca. Se trata de un coche totalmente eléctrico y construido a mano con diferentes tipos de residuos. Este interesante proyecto ha surgido del trabajo de un grupo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en Holanda, situada entre las 200 mejores universidades del mundo.
Tal y como recuerdan estos jóvenes, se estima que la humanidad genera más de 2.000 millones de toneladas de residuos cada año, por lo que reciclar el máximo porcentaje posible debería suponer una norma. El vehículo pretende convertirse en un escaparate de las enormes posibilidades que existen a la hora de reutilizar deshechos durante todo el proceso de fabricación de un coche. El desarrollo del proyecto y la fabricación del coche han tenido una duración de 18 meses y en él han participado un total de 22 estudiantes. Cabe destacar que ninguno de ellos contaba con experiencia previa en el diseño o la fabricación de automóviles.
El vehículo pesa 360 kg, tiene capacidad para dos personas y puede alcanzar los 90 km/h Para la construcción de este peculiar automóvil, los estudiantes han empleado todo tipo de materiales provenientes de deshechos, tanto reciclados como no reciclados. El chasis está hecho mediante paneles de lino y plástico reciclado, una parte del cual fue recuperado del mar. La mayoría de dicho plástico empleado proviene de botellas de PET, material muy utilizado para envasar agua mineral o refrescos, entre otros productos, y que puede reciclarse aproximadamente hasta diez ocasiones.
De esta forma, al aprovecharlo en la construcción de un coche se está alargando significativamente la vida del material. Por otra parte, hay que señalar que la carrocería está construida con plástico ABS, caracterizado por ser ligero, resistente y moldeable. Este material está presente en productos como juguetes o electrodomésticos. Las ventanas están hechas de material reciclado. Para confeccionar el habitáculo también se han empleado deshechos. Por ejemplo, las zonas acolchadas de los asientos se han hecho de fibra de coco y crin de caballo. El tejido que recubre los asientos se parece al cuero pero es de nuevo plástico PET reciclado. Está dotado de dos motores eléctricos situados en las ruedas traseras.
[Esta noticia fue publicada originalmente en La Vanguardia. Leer el original aquí]