Una empresa andaluza presenta un modelo sostenible de agricultura bioinclusiva
Una empresa sevillana ha presentado su “revolucionario” modelo de producción agrícola “bioinclusiva” con el que trabaja ya en casi 70 fincas garantizando prácticas sostenibles de cultivo con ahorro de recursos hídricos y energéticos, a la vez que permite “reconstruir la biodiversidad”. Así lo ha explicado en vísperas del Día Mundial de la Agricultura Luis Bolaños, director ejecutivo del Grupo Iberhanse-NaturGreen, una compañía líder en exportación de cítricos en Andalucía y situada entre las empresas de este tipo más importantes de España, con más de 25 años de trayectoria.
El proyecto de agricultura bioinclusiva se inició en 2014 con la idea de generar una actividad “que no fuera excluyente para la biodiversidad” y respetara “los ciclos vitales de la Naturaleza”, ya que la implantación de monocultivos “expulsa el resto de fauna y flora, altera los ecosistemas y degrada el planeta”, ha explicado Bolaños. “La Tierra tiene recursos limitados y está siendo sometida a una extracción sin precedentes”, ha añadido, por lo que le empresa decidió reorientarse hacia una “agricultura responsable”, asesorados por varias ONG ambientalistas, con el objetivo de aunar la producción de alimentos con la protección de la biodiversidad.
La aplicación de estas técnicas en las 1.200 hectáreas de fincas agrícolas que se benefician con ellas ha permitido reducir un 25% el consumo de agua, un 20% el energético y un 70% el número de tratamientos fitosanitarios aplicados, lo que ha “minimizado su carga tóxica”. Al mismo tiempo, ha permitido recuperar más de 75 especies animales y convertir los 3 millones de metros cúbicos de agua almacenados en balsas de riego en ecosistemas naturales, además de restablecer más de 30.000 metros de lindes y riberas y crear 14.000 metros de corredores verdes.
Entre las medidas empleadas por este sistema figura “el respeto de la cubierta vegetal” para evitar la erosión del terreno provocada por las lluvias y el mantenimiento de “la hierba funcional” que sirve como refugio y alimento a insectos, aves y mamíferos, los que se convierten así “en el mejor insecticida contra las plagas, ya que mantienen el equilibrio de forma natural”.
También se ha procedido a la reconstrucción de todo tipo de hábitats: desde la plantación de árboles como alcornoques, encinas o pinos piñoneros para que “se conviertan en el hogar de múltiples aves y reservorios de Naturaleza dentro de las fincas”, hasta la restauración de los pedregales que guarecen a especies como el lagarto ocelado. Incluso se han instalado nidos para especies como lechuzas o cernícalos primilla que “antes no tenían un lugar donde poder sacar adelante a sus polluelos en kilómetros a la redonda”.
Algunos ejemplos “asombrosos” de la recuperación natural derivada de esta iniciativa son el asentamiento de ejemplares de águila pescadora “que cuenta con pocas parejas reproductoras en Andalucía, fuera de las áreas de cría tradicionales como Doñana” o la aparición de nutrias en la Vega del Carmona. El establecimiento de las nutrias, alejadas de sus núcleos de población habituales, es uno de los hechos que tuvo “mayor impacto emocional” para Bolaños, al ser una prueba del éxito de estas técnicas ya que estos animales “eligen espacios con baja carga tóxica para alimentarse de cangrejos y moluscos”. Por ello, “la agricultura bioinclusiva debe ser la agricultura del presente, no del futuro” ya que el cuidado y la protección del planeta “no se puede retrasar más”, ha recalcado.
[Esta noticia fue publicada originalmente en EFE VERDE. Lee el original aquí]