Una investigación en la que participa la UIB analiza la actitud de los turistas hacia la economía circular
Las regiones costeras y especialmente los destinos insulares dependen de la costa para desarrollar su economía y la industria del turismo. Sin embargo, el crecimiento y desarrollo del turismo pueden alterar el estado del medio costero y generar externalidades negativas, como la degradación del agua del mar, el deterioro de la fauna y la flora, emisiones y contaminación de CO2, erosión y destrucción de ecosistemas o agotamiento de los recursos naturales.
De hecho, las Islas Canarias e las Islas Baleares lideran el ranking de comunidades autónomas en cuanto al indicador de generación de residuos per cápita. De aquí que, por su condición de archipiélagos, sean unos destinos muy vulnerables y con recursos muy limitados. Por todo esto, está necesario pasar a modelos de producción de economía circular en el turismo. Por lo tanto, la investigación sobre economía circular, campo de investigación relativamente joven, es crucial para tener una industria turística más sostenible.
La doctora Marta Jacob, profesora del Departamento de Economía Aplicada de la UIB, ha publicado recientemente un artículo, junto con el doctorando del programa de Doctorado en Turismo, Economía y Gestión de la ULPGC, Carlos Rodríguez, y Carmen Florido, del Instituto de Turismo y Desarrollo Sostenible (TIDES), de la ULPGC, en el cual analizan la actitud hacia la economía circular y el comportamiento ambiental y las prácticas circulares entre los turistas alojados en un establecimiento hotelero en la isla de Gran Canaria.
Los principales resultados muestran que los turistas y las mujeres tienen una actitud y un comportamiento más circulares; que la actitud de los turistas hacia las prácticas circulares varía según el perfil socioeconómico, y que las prácticas circulares más comunes llevadas a cabo por turistas son el uso de papeleras de reciclaje y la reutilización de toallas.
Además, la mayoría de los turistas están dispuestos a pagar más para alojarse en hoteles más respetuosos con el medio ambiente o en hoteles ecológicos, influyendo en esto variables sociodemográficas, y que también la mayoría cree que es importante que el hotel aplique una política de ahorro energético. Hay que destacar que el 86,5% de los turistas hacen las mismas prácticas de economía circular durante las vacaciones en la isla que a su lugar de residencia.
Los resultados de este artículo podrían ser útiles para diseñar estrategias de marketing específicas para atraer aquellos turistas con una actitud y comportamiento más circulares o medioambientalmente sostenibles, y pueden tener implicaciones en términos de estrategias de precios a los hoteles de la Gran Canaria. Por otro lado, el estudio también puede ser útil para diseñar la transición de un modelo lineal a uno de circular en la industria hotelera de un destino de sol y playa, como es Mallorca.
[Esta noticia fue publicada originalmente en Economía de Mallorca. Lee el original aquí]