4 términos «verdes» del mundo de la moda: ¿qué hay detrás?
No es ninguna novedad que el lavado verde está muy extendido en la industria de la moda. Recientemente, la Comisión Australiana de la Competencia y los Consumidores y la Unión Europea se comprometieron a tomar medidas enérgicas contra las empresas que utilizan mensajes de marketing ecológicos para engañar a los consumidores. El problema estriba en la aplicación errónea de términos vagos y técnicos a los productos en un sector con escasa supervisión reglamentaria. En nuestro particular glosario sobre "greenwashing" o "lavado verde", pedimos a los expertos que descifren algunos de los términos más comunes en el mundo de la moda.
1. Circular
En moda, la "circularidad" debería referirse a artículos fabricados con materiales reutilizados, que a su vez pueden reutilizarse, repararse y reciclarse una y otra vez, formando un círculo. Pero hay algunas formas en que el término se utiliza mal. Por lo general, "circular" se utiliza para describir productos con componentes reciclados o reciclados a la baja (convertidos de un material a otro que suele ser menos útil o estructuralmente menos resistente). Esto por sí solo no es exacto, dice Harriet Vocking, directora general de Eco-Age. Para que un producto sea realmente circular, tiene que haber una solución viable al final de su vida útil, como programas de devolución que garanticen que el producto se reciclará de nuevo.
"Otro elemento importantísimo de la circularidad es una vida útil prolongada que permita reparar y volver a usar productos duraderos, diseñados para durar y libres de modas", afirma. Por tanto, si un producto se fabrica con materiales reciclados que comprometen la calidad, no es circular".
Tara St James, directora senior de sostenibilidad de Moose Knuckles, sugiere pensar en la circularidad como un modelo de negocio o un sistema, más que como un producto. "Tiene que haber mecanismos para que los productos vuelvan a esos sistemas para ser reutilizados o reciclados. De lo contrario, acaban en el vertedero... Eso no es circular".
2. Ecológico u orgánico
Históricamente, el término "orgánico" se ha aplicado erróneamente para identificar fibras naturales como el algodón, el lino o el cáñamo, afirma St James. Según Thomas, cuando el término se utiliza correctamente, "orgánico" significa que un artículo no contiene pesticidas, herbicidas, defoliantes, OMG, tintes sintéticos ni materiales derivados del petróleo... "¿Así que ese 'algodón sostenible' con OMG del que se abastece la Better Cotton Initiative, es decir, la mayor parte del algodón actual? Olvídese de él", afirma.
En este ámbito, certificaciones como Global Organic Textile Standard pueden aclarar las diferencias. Pero como hay problemas con las certificaciones, para poder llamar realmente ecológico a un producto, la marca necesita saber dónde se ha cultivado el algodón, el cáñamo o el lino.
3. Sostenible
"'Sostenible' puede que sea el término más mal empleado de todos", afirma Thomas. Según ella, el Diccionario Oxford define la sostenibilidad medioambiental como "el grado en que un proceso o empresa puede mantenerse o continuar evitando el agotamiento a largo plazo de los recursos naturales".
Para gestionar una empresa de esta manera "hay que pensar de forma holística", afirma. "Las prácticas ecológicas deben incorporarse a todo lo que haces. Instalar LED y paneles solares es un comienzo, pero no hace que tu empresa sea sostenible". Dicho de otro modo, la diseñadora de productos Beth Esponnette sostiene que la inmensa mayoría de las iniciativas de moda sostenible podrían describirse más exactamente como "menos malas".
4. Residuo cero
La práctica más común de "residuo cero" consiste en desarrollar productos que utilicen patrones de residuo cero. St James afirma que a menudo "residuo cero" "se utiliza para describir una filosofía de marca o un modelo de negocio", cuando en realidad no es así como debería usarse. A primera vista, parece bastante sencillo (por ejemplo, no tirar nada), pero puede referirse a varias prácticas diferentes.
La práctica más común de "residuos cero" es desarrollar productos utilizando patrones de residuos cero, de modo que el tejido se corte de la manera más eficiente para minimizar los recortes y sobrantes. Otras prácticas de "residuo cero" son la recuperación de materiales de desecho para su reciclaje o "upcycling".
[Este contenido ha sido adaptado a partir de The Guardian. Lee el original aquí]