Arias Cañete quiere hacer del reciclaje de buques en la UE una oportunidad para España
Los Veintisiete han mostrado la pasada semana su división ante la propuesta de crear nuevas normas comunitarias para que el desguace y reciclado de los barcos europeos tenga el menor impacto medioambiental posible, y en especial, sobre la conveniencia de imponer sanciones a los armadores incumplidores.
Los ministros europeos de Medio Ambiente se reunieron en Luxemburgo para un primer intercambio de perspectivas sobre la propuesta de reglamento presentada por la Comisión Europea, que urgió a los países a avanzar hacia un acuerdo. El comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik apuntó que el régimen actual es muy estricto y difícil de aplicar.
Por su parte, el ministro español de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se mostró a favor del reglamento, a la vez que pidió que la UE trabaje para impulsar la entrada en vigor del Convenio Internacional de Hong Kong para el reciclado seguro y ambientalmente racional de buques, adoptado en 2009 pero aún por ratificar por los países. "El reglamento de reciclaje de buques es importante para España", destacó Arias Cañete a su llegada al Consejo, ya que en su opinión supone una "oportunidad de que astilleros e instalaciones españolas estén en el registro de instalaciones que puedan faenar para realizar estas actividades".
Su homóloga danesa, Ida Auken, apuntó que la normativa permitirá a los desguaces europeos tener una "ventaja competitiva" frente al resto de los países, dado que acelerarán la aplicación de parámetros medioambientales, que tendrán que cumplirse a nivel internacional cuando entre en vigor el convenio de Hong Kong.
Uno de los puntos más sensibles de esta nueva normativa es la inclusión de sanciones europeas para los armadores que la incumplan, algo a lo que se oponen frontalmente varios Estados miembros como Alemania y Reino Unido, pero que contó con el respaldo de otros como España y Francia.
Potocnik señaló que las sanciones y el asegurar la capacidad de la justicia europea de actuar en caso de incumplimiento son "fundamentales para evitar practicas divergentes entre los Estados miembros".
Algunos ministros se mostraron preocupados por la posible merma de competitividad de la flota europea con las futuras normas.
"Podemos ponernos en una situación difícil en términos de competitividad y favorecer el cambio de pabellón de los barcos europeos a otros países que no sigan las reglas", opinó el representante de Portugal, mientras que el ministro alemán, Peter Altmaier, calificó de "ineficaz" el reglamento por esta misma cuestión. Eslovenia se mostró a favor de incluir en él disposiciones que impidan que se den de baja buques en los registros de la Unión Europea.
Ante esta perspectiva, Potocnik aseguró que "no hay nada tan malo como la situación actual". "Si no hay una forma" de hacer "legal" el reciclado, "se da a los armadores un incentivo para abandonar el pabellón europeo", apuntó. Además, defendió la necesidad de fijar una fecha concreta para la entrada en vigor del nuevo reglamento, un planteamiento que respaldó el ministro español, pero que cuenta con el rechazo de varios países.
Los ministros europeos de Medio Ambiente se reunieron en Luxemburgo para un primer intercambio de perspectivas sobre la propuesta de reglamento presentada por la Comisión Europea, que urgió a los países a avanzar hacia un acuerdo. El comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik apuntó que el régimen actual es muy estricto y difícil de aplicar.
Por su parte, el ministro español de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, se mostró a favor del reglamento, a la vez que pidió que la UE trabaje para impulsar la entrada en vigor del Convenio Internacional de Hong Kong para el reciclado seguro y ambientalmente racional de buques, adoptado en 2009 pero aún por ratificar por los países. "El reglamento de reciclaje de buques es importante para España", destacó Arias Cañete a su llegada al Consejo, ya que en su opinión supone una "oportunidad de que astilleros e instalaciones españolas estén en el registro de instalaciones que puedan faenar para realizar estas actividades".
Su homóloga danesa, Ida Auken, apuntó que la normativa permitirá a los desguaces europeos tener una "ventaja competitiva" frente al resto de los países, dado que acelerarán la aplicación de parámetros medioambientales, que tendrán que cumplirse a nivel internacional cuando entre en vigor el convenio de Hong Kong.
Uno de los puntos más sensibles de esta nueva normativa es la inclusión de sanciones europeas para los armadores que la incumplan, algo a lo que se oponen frontalmente varios Estados miembros como Alemania y Reino Unido, pero que contó con el respaldo de otros como España y Francia.
Potocnik señaló que las sanciones y el asegurar la capacidad de la justicia europea de actuar en caso de incumplimiento son "fundamentales para evitar practicas divergentes entre los Estados miembros".
Algunos ministros se mostraron preocupados por la posible merma de competitividad de la flota europea con las futuras normas.
"Podemos ponernos en una situación difícil en términos de competitividad y favorecer el cambio de pabellón de los barcos europeos a otros países que no sigan las reglas", opinó el representante de Portugal, mientras que el ministro alemán, Peter Altmaier, calificó de "ineficaz" el reglamento por esta misma cuestión. Eslovenia se mostró a favor de incluir en él disposiciones que impidan que se den de baja buques en los registros de la Unión Europea.
Ante esta perspectiva, Potocnik aseguró que "no hay nada tan malo como la situación actual". "Si no hay una forma" de hacer "legal" el reciclado, "se da a los armadores un incentivo para abandonar el pabellón europeo", apuntó. Además, defendió la necesidad de fijar una fecha concreta para la entrada en vigor del nuevo reglamento, un planteamiento que respaldó el ministro español, pero que cuenta con el rechazo de varios países.
Fuerzas Armadas (cc)
Luxemburgo