Kenneth W. London, un coleccionista y piloto que en 1969 adquirió un avión de este precioso avión modelo Boeing 307 Stratoliner cuatrimotor, un clásico de la aviación -fabricado en 1939- que en 1964 sufrió daños irreparables por un huracán, para transformarlo en barco. Cuatro fueron los años que invirtió London en este objetivo casi surrealista.

A día de hoy, este híbrido de barco y avión pertenece a David Drimmer, cuya empresa Planeboats lo alquila en Fort Lauderdale (Estados Unidos) a aquellas personas que deseen navegar en una de las embarcaciones más originales del mundo. Este Boeing 307 Stratoliner reciclado fue bautizado como Cosmic Muffin. Drimmer dirige el timón desde la cabina principal y manejando los controles de vuelo originales. También vende camisetas con motivos de su extraordinario barco-avión. Podéis conocer más cosas sobre su peculiar historia en las fuentes que adjuntamos a continuación.