Bélgica construirá un almacén de residuos nucleares y cerrará todos sus reactores a partir de 2015
Bélgica iniciará en 2015 la construcción de su almacén temporal para gestionar los residuos nucleares de baja y media actividad al mismo tiempo que comienza la cuenta atrás de sus centrales atómicas, tras la decisión del país adoptada en 2013 de cerrar todos sus reactores a partir del próximo año, comenzando por las unidades 1 y 2 de Doel.
En un encuentro con periodistas españoles, el director general de ONRAF, la empresa que gestiona los residuos nucleares en Bélgica (equivalente a ENRESA en España), Marc Demarche, ha explicado que hasta 1982 los desperdicios atómicos de vida corta (300 años) se tiraban al océano Atlántico, en el Golfo de Vizcaya, pero a partir de ese año, comenzaron a guardarse en Dessel donde también se construirá el nuevo almacén.
En este mismo lugar ya se encuentra el almacén temporal para los residuos de alta actividad y el combustible gastado por el parque atómico hasta 1992. A este almacén temporal comenzaron a llegar a los residuos de este tipo después de haberlos enviado a Francia para su reproceso y vitrificación.
Mientras, el combustible y los residuos de larga vida del parque atómico belga generados a partir de 1993 se guardan en cada instalación, bien en piscinas o en seco, hasta que el Gobierno adopte una decisión o solución definitiva. Para ello, en el país llevan 40 años investigando y probando posibles soluciones geológicas en suelos arcillosos.
En el caso belga, ha añadido que el periodo de consulta pública es mayor que en España, por lo que entre 1974 y 2010 se acometieron las pruebas e investigaciones y en ese año empezó la fase de consulta pública; un año después se estableció un plan de gestión de residuos y se acordó iniciar el almacén de residuos nucleares de baja y media actividad en 2017, de modo que pueda entrar en operación en 2020. En tanto, los residuos se almacenan en bidones en un almacén de Dessel.
Así, la última de las centrales belgas echará el cierre en 2025, de acuerdo con el plan de cierre. Hasta entonces, ONRAF analiza cada cinco años la situación de todas las instalaciones nucleares y radiactivas con el fin de asegurar que éstas hacen sus correspondientes aportaciones para contribuir al futuro desmantelamiento. "Nos hacemos cargo del proceso de residuos desde el inicio hasta el final y, los de corta y media vida los almacenamos como en El Cabril (Córdoba)", ha comentado.
Esto consiste en identificar las fuentes, incinerar para reducir el volumen y armonizar los tamaños, estabilizar estos residuos, confinarlos y, finalmente almacenarlos durante 100 años para posteriormente trasladarlos al almacenamiento definitivo.
En concreto,Bélgica lleva desde 1974 investigando la solución definitiva y ha hecho pruebas de construcción de un almacén geológico profundo en un suelo arcilloso, porque la arcilla absorbería y liberaría muy lentamente los isótopos radioactivos en caso de salir de donde están confinados, de modo que si llegan a la atmósfera no serían perjudiciales.
Objetivo 2030
Después de estas décadas de investigación, en 2010 se ha iniciado una consulta pública y en 2011, ONRAF ha adoptado el Plan de residuos para la gestión de residuos de alta actividad o de larga vida. El objetivo es que el almacén -que será subterráneo-- esté listo para entrar en funcionamiento en 2030.
En todo caso, el director general ha manifestado que, en su opinión, la gestión definitiva de los residuos nucleares en Europa debería contar con una solución de conjunto para el conjunto de la Unión.
Por su parte, el alcalde de la municipalidad de Dessel, Kris Van Dijck, ha explicado que su municipalidad es relativamente pequeña pero que cuenta con "un montón" de instalaciones nucleares y ha recordado como cuando se acordó dejar de tirar residuos nucleares al mar, de forma temporal se iban guardando en Dessel. Por ello, una vez que el Estado abrió la posibilidad de que los pueblos se posicionaran sobre la opción de albergar estos residuos,
Dessel fue uno de los cuatro municipios que se apuntaron al plan de preguntar a sus ciudadanos si estarían dispuestos a acoger los residuos. Teniendo en cuenta que Dessel ya convivía con los residuos, sus ciudadanos se informaron, valoraron y viajaron a ver soluciones de otros países a estos isótopos radiactivos. Entre sus viajes, se desplazaron a España donde visitaron el almacén cordobés de El Cabril, así como la central nuclear de José Cabrera (Zorita). Finalmente, el resultado de este periodo, que se extendió durante cuatro o cinco años, fue afirmativo. Entre 2005 y 2006 se entregaron informes al Gobierno el cual quería postponer la decisión a las elecciones que estaban previstas para el mes de octubre.
El alcalde ha añadido también que no era necesario aplazar la decisión porque los municipios de Dessel y su entorno estaban de acuerdo en que preferían tener los residuos en una solución segura, a pesar de que el edil de Dessel es del Partido Flamenco y el del municipio contiguo, socialista. De este modo, en agosto de 2006 se eligió el emplazamiento de Dessel parainstalar el citado almacén, similar en funcionamiento al de El Cabril. A su juicio, la población estuvo de acuerdo porque suponía incrementar la seguridad ante lo que ya tenían.
En la misma línea que el responsable de ONRAF, Van Dijck cree que la solución definitiva para los residuos nucleares debe tomarse en el marco de la Unión Europea para tener un único almacén central y ha apuntado quepaíses como Finlandia, Suecia o Francia van muy avanzados en la investigación de soluciones geológicas definitivas. De hecho, ha añadido que está de acuerdo con que los países discutan la cuestión porque "el debate y la consulta son parte de la democracia".
"Aquí el almacén está integrado, muy cerca del emplazamiento, cada año en junio se celebra un festival de música heavymetal al que asisten más de 50.000 personas. Este año podría venir ACDC, en este municipio de 27 kilómetros cuadrados y 10.000 habitantes, cuya cifra de desempleo está en torno al 6 por ciento", ha concluido.