Bilbao podrá contar con la planta de tratamiento de residuos desde el próximo mayo
La Diputación de Bizkaia invertirá 43,4 millones de euros en construir la planta de tratamientos de residuos de Arraiz (Bilbao), que se finalizará en mayo del próximo año.
Esta infraestructura permitirá a la provincia tratar previamente toda su basura y destacarse a nivel internacional en materia de gestión de residuos.
Así, en la planta se combinará la clasificación y tratamiento mecánico de los residuos con el procesamiento biológico de la parte orgánica y se ocupará de 180.000 toneladas anuales de residuos de Bilbao.
El objetivo fundamental es inertizar los residuos, esto es, eliminar las contaminaciones, tanto a la atmósfera (biogás) como al subsuelo (lixiviados). Tras llegar a la planta, los residuos se moverán en cintas transportadoras y se realizará un proceso mecánico con el objetivo separar los materiales "valorizables".
El plástico se identificará mediante un sistema de infrarrojos, que diferencia los materiales en función de la densidad y color, y se separará con golpes de aire. Mediante imanes se separarán los materiales férricos y no férricos.
En cuanto al proceso biológico del bioresiduo, tiene lugar en túneles de hormigón, en los que se produce el secado y la degradación de estos componentes durante 6 a 10 días. Cuando se elimina la humedad se incrementa su poder calorífico y desaparecen sustancias contaminantes, como los lixiviados.
Después de una semana aproximadamente, los residuos tratados se transportarán a la incineradora, para el aprovechamiento de su valor energético, con lo que también se evitará el vertido de los residuos secundarios.
La construcción de la infraestructura cumple los plazos marcados y se ubica a pocos metros de la planta incineradora de Zabalgarbi. Ocupará unos 21.000 metros cuadrados, 13.000 destinados a la edificación y 8.000 metros cuadrados a viales. Se calcula que creará cerca de 70 puestos de trabajo.
Esta infraestructura permitirá a la provincia tratar previamente toda su basura y destacarse a nivel internacional en materia de gestión de residuos.
Así, en la planta se combinará la clasificación y tratamiento mecánico de los residuos con el procesamiento biológico de la parte orgánica y se ocupará de 180.000 toneladas anuales de residuos de Bilbao.
El objetivo fundamental es inertizar los residuos, esto es, eliminar las contaminaciones, tanto a la atmósfera (biogás) como al subsuelo (lixiviados). Tras llegar a la planta, los residuos se moverán en cintas transportadoras y se realizará un proceso mecánico con el objetivo separar los materiales "valorizables".
El plástico se identificará mediante un sistema de infrarrojos, que diferencia los materiales en función de la densidad y color, y se separará con golpes de aire. Mediante imanes se separarán los materiales férricos y no férricos.
En cuanto al proceso biológico del bioresiduo, tiene lugar en túneles de hormigón, en los que se produce el secado y la degradación de estos componentes durante 6 a 10 días. Cuando se elimina la humedad se incrementa su poder calorífico y desaparecen sustancias contaminantes, como los lixiviados.
Después de una semana aproximadamente, los residuos tratados se transportarán a la incineradora, para el aprovechamiento de su valor energético, con lo que también se evitará el vertido de los residuos secundarios.
La construcción de la infraestructura cumple los plazos marcados y se ubica a pocos metros de la planta incineradora de Zabalgarbi. Ocupará unos 21.000 metros cuadrados, 13.000 destinados a la edificación y 8.000 metros cuadrados a viales. Se calcula que creará cerca de 70 puestos de trabajo.
Vía EFE
Foto de Gobierno municipal (cc)
Arraiz, Bilbao, Bizkaia