Caída de la cotización del cobre en cerca del 21% en doce meses
El desplome del cobre de los últimos días de cerca del 21% ha despertado el nerviosismo entre analistas e inversores sobre la situación de China. A continuación se presentan las claves para entender las causas y los efectos de este fenómeno.
¿Qué ha ocurrido con el cobre?
La cotización se dejó la semana pasada en solo dos días el 10% de su valor en la bolsa china y suma una caída del 35% en tres años. Este descenso es similar al que han sufrido otras materias primas como el mineral del hierro y algo mayor al del aluminio y el cinc.
¿Por qué es importante esta caída?
Es una materia prima clave para la construcción, la industria y la fabricación de productos eléctricos. Su principal demandante es China (consumo el 40% mundial) y Chile su mayor productor (produce el 32% mundial). Se utiliza como indicador de la evolución de la inversión del gigante asiático. Y hay que recordar que la inversión es el principal motor de crecimiento del país, por lo que supone un buen termómetro del estado actual y del futuro próximo de la economía.
Pero su papel también es relevante por otro aspecto clave. Representa una herramienta de financiación muy importante para la segunda mayor economía del planeta.
"El cobre y el mineral de hierro se han estado utilizando en China recientemente como garantía de préstamos en dólares que después se invertían localmente en productos de la banca en la sombra en yuanes", indica Juan Ignacio Crespo.
Es decir, empresas e inversores lo han utilizado para evitar las normas de crédito tan estrictas de Pekín. Con él, obtienen una carta de crédito, que usan para importar, vender o desplegar el cobre como garantía.
El analista financiero y autor del libro ‘Las dos próximas recesiones’ (Deusto) señala que las estimaciones sobre el porcentaje de las importaciones de cobre que se ha dedicado en China a servir de garantía de préstamos va desde el 30% que señalan algunas fuentes hasta el 80% de otras. Estos yuanes se usan para hacer arbitraje de tipos de interés (cerca del 50% del suministro de crédito en China se realiza a través del sistema bancario en la sombra). Los inversores, asimismo, se han estado aprovechando, con este proceso, de la revalorización de esta moneda frente al dólar.
¿Qué otros aspectos preocupan?
En primer lugar, el banco central chino ha dejado claro que la evolución del yuan puede ser al alza pero también a la baja, lo que ha depreciado la moneda del país. En segundo, ha hecho ‘default’ un fabricante de paneles solares, algo inédito en el país, que puede suponer el primero de varios más. Y, en tercer lugar, está el mal dato de las exportaciones chinas. En concreto, en febrero se han derrumbado un 18%. Estos tres acontecimientos han disparado las alertas sobre la economía asiática y el pánico vendedor de cobre, acero y minera de hierro para reembolsar los préstamos.
¿Qué perspectivas hay a corto plazo?
Muchos expertos, de momento, no ven un frenazo en la caída. "Lo más normal es que la economía China crezca entorno a un 7,5% este año, y que gran parte de este crecimiento venga de las exportaciones. Las inversiones en general están dando unos rendimientos muy bajos. Con lo cual lo más probable es que la actividad de construcción e infraestructura se vea reducida. Eso va a empujar el precio del cobre a la baja", asegura Miguel Otero-Iglesias, investigador principal de Economía de Europa y Mercados Emergentes del Real Instituto Elcano. Hay otros, como los de Barclays Capital, opinan que el momento más duro "podría haber quedado atrás" o estar cerca de tocar fondo. Sostienen, además, que la actual ola de ventas es exagerada.
¿Qué efectos se pueden esperar?
Los analistas temen que la caída continuada del precio del cobre pueda afectar al sistema de financiación del país asiático.
Miguel Otero-Iglesias afirma que puede crear "un efecto manada y también puede avisar a los líderes chinos de que tienen que aligerar de nuevo el crédito y empezar a estimular la economía con más inversiones para evitar el "hard landing".
Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Bangor University (Reino Unido) e investigador de Funcas, destaca que "es un motivo más de preocupación sobre los emergentes que muestra, además, la volatilidad a la que están sometidas sus divisas y sus sistemas financieros ante un cambio en las previsiones macroeconómicas".
Para Crespo puede anticipar un golpe tipo ‘miniLehman’ en China. "Puede ser el primer síntoma de la crisis de los emergentes que está por llegar y que ya ha dado algunas sacudidas en junio pasado y en enero. Las bolsas en Asia se han visto dañadas por el cobre, la china es la que menos porque ya está en niveles muy bajos, pero podría ser el comienzo de algo mayor", explica. El analista cree que, de producirse una crisis de los emergentes, el resto de las economías desarrolladas se verían dañadas con una ralentización, sobre todo los países exportadores como Alemania.
José Luis Martínez, estratega de Citi, concluye: "Es un nuevo frente de incertidumbre, que se une a otros muchos que pesan con fuerza en estos momentos".