Captura y almacenamiento de carbono: impulsando la transición hacia un futuro con cero emisiones netas
A nivel mundial, nos encontramos en un momento crucial para la adopción e implementación de la captura y almacenamiento de carbono, ya que países de todo el mundo buscan alcanzar sus objetivos de cero emisiones netas y climáticos. La CCS desempeña un papel crucial para contribuir a lograr estas ambiciones gracias a su versatilidad, ya que existen tecnologías de captura disponibles comercialmente para prácticamente cualquier fuente de dióxido de carbono.
Esto significa que la CCS puede aplicarse en una amplia gama de industrias con altas emisiones, como la generación de electricidad, el cemento y el acero, los fertilizantes, los productos químicos y la producción de hidrógeno. Además, la CCS puede utilizarse para eliminar el dióxido de carbono directamente de la atmósfera cuando se aplica con otras tecnologías de eliminación de dióxido de carbono (CDR), como la captura directa de aire con CCS (DACCS).
En el Global CCS Institute hemos visto que el impulso a la CCS ha aumentado de forma sostenida a lo largo de los años.
Se observa un impulso global para la captura y almacenamiento de carbono año tras año
En el Informe sobre el Estado Global de la CCS de 2024 del Instituto , se reportó un aumento interanual del 60 % en proyectos en diversas etapas de desarrollo a lo largo de la cadena de valor de la CCS. Desde la publicación de este informe, se ha registrado un aumento adicional del 15 %.
El Instituto actualmente está monitoreando 65 instalaciones de CCS en operación con capacidad para capturar y almacenar 57 millones de toneladas por año (Mtpa) de dióxido de carbono.
Entre las instalaciones que iniciaron operaciones desde nuestro último informe de situación se incluyen:
- Santos Moomba CCS (Australia)
- Energía Nacional de China Ningxia y Xinjiang Jinlong Shenwu (China)
- Planta de gas natural de Eni Casolborsetti y centro de operaciones de Eni Ravenna (Italia)
- Transporte y almacenamiento de Northern Lights (Noruega)
Aprovechando este impulso, se están construyendo otras 42 instalaciones y unas 272 instalaciones están en fase avanzada de desarrollo.
Además, se agregaron dos nuevos países en la industria CCS a nuestra base de datos: Eslovaquia y Vietnam.
Regiones que impulsan la captura y almacenamiento de carbono con enfoques adaptados a sus objetivos
Al impulsar la implementación y ampliación de la CCS, los países de todo el mundo están superando barreras e impulsando proyectos de gran escala con enfoques que se adaptan mejor a las necesidades y recursos de sus regiones.
A nivel mundial, vemos a China emerger como líder en CCS, impulsando proyectos a gran escala como el proyecto Huaneng Longdong, que planea capturar 1,5 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono de las centrales eléctricas de carbón locales. Se espera que entre en funcionamiento este año y será el mayor proyecto de CCUS de energía a carbón del mundo. China también está impulsando colaboraciones internacionales de investigación para acelerar la descarbonización industrial.
En otras partes de Asia, los proyectos transfronterizos de captura y almacenamiento de carbono (CAC) se están acelerando e impulsando el desarrollo regional, con el surgimiento de redes de transporte y almacenamiento de dióxido de carbono en estas jurisdicciones para atender a múltiples mercados. Países como Japón, Corea del Sur y Singapur buscan activamente soluciones de almacenamiento debido a su limitada capacidad geológica. En respuesta, países como Indonesia y Malasia, con amplios recursos de almacenamiento, están implementando rápidamente los marcos políticos y legales para impulsar las cadenas de valor y los mercados transfronterizos de CAC.
En las Américas, Brasil ha avanzado con una legislación histórica sobre CCS, con la promulgación de la “Ley de Combustibles del Futuro”, y continúa teniendo operaciones exitosas de CCS en los yacimientos presal de la Cuenca de Santos de Petrobras.
En Estados Unidos, las políticas federales estables y el apoyo bipartidista siguen apuntalando el entorno de inversión en CCS, y programas de larga data como los permisos Clase VI de la EPA y los créditos fiscales 45Q siguen siendo impulsores clave del progreso de la CCS en todo el país.
Con la mirada puesta en el Reino Unido y Europa, la viabilidad de la captura y almacenamiento de carbono (CAC) se sigue consolidando, tras la promulgación de leyes que establecen objetivos de cero emisiones netas, así como la implementación de políticas de apoyo, marcos legales y regulatorios, y acuerdos de financiación. Entre estos, destaca la Ley de la Industria Net Zero, que exige que las empresas de petróleo y gas que producen en la Unión Europea contribuyan al objetivo a nivel de la UE de una capacidad de inyección de dióxido de carbono de 50 Mt/año para 2030.
El Gobierno del Reino Unido también ha apoyado la implementación de cuatro clústeres de CCUS, con una capacidad de captura prevista de 20 a 30 Mt/año. En octubre de 2024, se anunció una financiación de 21.700 millones de libras para apoyar los clústeres de la Costa Este (Teesside) y la Costa Oeste (Hy-Net) del Reino Unido.
En Oriente Medio, países como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos se están posicionando como líderes en CCS mediante el establecimiento de centros de carbono a gran escala y el impulso de proyectos transfronterizos. Entre las iniciativas destacadas se incluyen el objetivo de Saudi Aramco de ampliar la capacidad de CCS en Jubail y el desarrollo de una red de CCS por parte de ADNOC en los Emiratos Árabes Unidos.
Los avances en materia de CCS son alentadores, pero aún queda mucho trabajo por hacer
Si bien el progreso observado año tras año con los proyectos de CCS es alentador, alcanzar los objetivos climáticos globales requerirá que las tasas anuales de captura y almacenamiento de dióxido de carbono alcancen aproximadamente 1 gigatonelada por año para 2030. Actualmente, la capacidad de captura de los proyectos de CCS operativos es de 57 Mtpa, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer.
La implementación de la CCS enfrenta numerosos desafíos; sin embargo, su justificación comercial sigue siendo clave. No todas las jurisdicciones han establecido marcos normativos y regulatorios sólidos y propicios para crear una justificación comercial sólida para la CCS. Se requiere mayor progreso en las políticas climáticas gubernamentales y los mercados de carbono para facilitar una justificación comercial de la CCS que permita invertir y escalar.
[Este contenido procede de Innovation News Network Lee el original aquí]







