Chile avanza en la minería urbana de residuos electrónicos
Chile afronta nuevas oportunidades de negocio en el campo de la minería. Y no se refiere a la potente industria minera del cobre, ni al litio del desierto de Atacama si no a la extracción de metales preciosos como oro, tungsteno, platino o iridio a partir de teléfonos móviles usados y ordenadores obsoletos.
Este cambio de paradigma responde a razones de mercado: extraer metales a partir de residuos electrónicos no es sólo más sostenible medioambientalmente sino que es más barato.
Paul Watson, CEO de Green Technology Solutions Resources (GTSO), una de las compañías emergentes en este campo, afirma a la revista Forbes "Incluso las grandes corporaciones están dándose cuenta de que los aparatos electrónicos desechados después de 2 o tres años de uso contienen materiales demasiado valiosos como para que acaben en un vertedero".
"Dispositivos móviles como los iPads o iPhones contienen cantidades significativas de tungsteno, litio, oro y otros minerales cuyo valor aumenta cada día. Hay millones de dólares en minerales encerrados en dispositivos obsoletos. El reto es extraerlos"
"Exceptuando la capital, en la actualidad apenas hay actividad en el campo de la minería urbana" dice Watson. "Esto es significativo, teniendo en cuenta que Chile produce 2.600 toneladas anuales de teléfonos móviles descartados, por ejemplo. Creemos que hay un negocio emergente para compañías como GTSO, encargadas de separar los materiales valiosos de los potencialmente peligrosos para el medio ambiente que contienen los smartphones Apple o Google Android"
CONAMA, la comisión nacional chilena para el medio ambiente, estima que el país andino produce aproximadamente 7,5 millones de unidades de residuos electrónicos al año o lo que es lo mismo, 8.000 toneladas anuales que en la actualidad acaban en su práctica totalidad en el sistema de gestión de residuos urbanos convencional. A corto plazo, esto significa grandes oportunidades para las empresas de minería urbana.