Concienciar del posible negocio en el reciclaje de poliestireno expandido
Cada año se consumen en México 13 mil millones de piezas de poliestireno expandido, mejor conocido como unicel. Entre platos, vasos y placas utilizadas en la construcción se deshecha aproximadamente 350 mil toneladas al año de las cuales sólo se recicla el 0,1% equivalente a 400 toneladas.
DART es la única empresa del país con capacidad para reciclar unicel, tiene sólo una máquina de una marca coreana que cuesta unos 25 mil dólares. Teniendo en cuenta la cantidad de desechos que se generan anualmente y que el producto reciclado se vende para la fabricación de piezas plásticas, hay un negocio evidentemente desperdiciado.
El gerente corporativo de programas de reciclaje para DART, Gerardo Pedra Rocha comenta que la industria del reciclaje en México es nueva a pesar de comenzó hace 30 años en Asia. Estados Unidos y Canadá la implementaron hace 25 y 18 años respectivamente mientras que en nuestro país hace sólo 3.
La materia prima obtenida a partir del unicel reciclado se vende a Estados Unidos para su consumo interno, pues no se tiene la tecnología en México para transformarlo en productos plásticos comercializables.
Uno de los principales frenos para reciclar poliestireno es la transportación y limpieza que requiere para ser procesado. El unicel es muy voluminoso y de bajo peso por lo que trasladarlo a los centros de acopio tiene un costo que las empresas no pueden o no están dispuestas a cubrir.
Pedra Rocha lleva 3 años negociando con empresas y gobiernos tanto estatales como municipales para adoptar políticas para el reciclaje de poliestireno. Afortunadamente se logró firmar un convenio con la UNAM para adquirir tecnología de reciclaje de unicel y así convertirse en la primera institución en Latinoamérica que recolecte y recicle este material.
Una vez que el unicel llega al centro de acopio se pasa a la máquina de termodensificado donde se extrae el aire con calor. El poliestireno expandido se compone en un 95% de aire y 5% plástico. Esta máquina lo compacta en bloques de 20 kg, esto equivale a unos 7.500 vasos.
El bloque se transporta a la planta de transformación en la que se convierte en materia prima con un proceso llamado molienda y extrusión. El resultado son millones de bolitas llamadas pellets.
Los pellets se utilizan para fabricar artículos plásticos que no entren en contacto con alimentos y bebidas. Se pueden hacer molduras, cajas para CD, partes plásticas para celulares y suelas de zapatos por poner algunos ejemplos.
Es importante que la gente y en especial las empresas se den cuenta del beneficio económico de reciclar el unicel y fomentar con ello la cultura de reutilización de materiales. Todo desecho tuvo un costo de producción, lo más inteligente que se podría hacer es aprovecharlo cuantas veces sea posible.