Convirtiendo bolsas de plástico recicladas en nanomateriales
Investigadores del Grupo de Investigación de Nanotecnología de la Universidad de Adelaide han descubierto la manera de transformar las bolsas de plástico no biodegradables y convertirlas en membranas de nanotubos de carbono, convirtiendo así una grave amenaza para el ecosistema en un recurso con una serie de aplicaciones avanzadas, incluyendo la filtración, detección, almacenamiento de energía, y herramientas biomédicas.
La transformación de las bolsas de la compra a través del reciclaje nanotecnológico está ayudando a minimizar la contaminación ambiental. El Grupo de Investigación de Nanotecnología de la Universidad de Adelaide ha hecho ‘crecer’ los nanotubos de carbono en membranas de alúmina nanoporosas. Se utilizan trozos de bolsas de plástico que se vaporizan en un horno para producir capas de carbono que se alinean en los poros en la membrana para hacer pequeños cilindros (los nanotubos de carbono). La idea fue concebida y llevada a cabo por el estudiante de doctorado Tariq Altalhi.
Los nanotubos de carbono son pequeños cilindros de átomos de carbono, de un nanómetro de diámetro (1/10.000 el diámetro de un cabello humano). Son los materiales más fuertes y más rígidos que se han descubierto —cientos de veces más fuertes que el acero pero seis veces más livianos— y sus propiedades únicas mecánicas, eléctricas, térmicas y de transporte presentan interesantes oportunidades para la investigación y el desarrollo. Ya se utilizan en una variedad de industrias, incluyendo la electrónica, equipamiento deportivo, baterías de larga duración, dispositivos de detección y turbinas de viento.
Existe un gran potencial de mercado para los nanotubos de carbono, y todo depende de la capacidad de la industria para producir cantidades masivas de forma barata y consistente. Hasta la fecha, los métodos de síntesis típicamente involucran procesos y equipos complejos, pero los investigadores están trabajando para hacer que el proceso económico.