Covanta Tartech ha comenzado a operar una planta de recuperación de los metales presentes en las cenizas en el sistema de reciclaje en un monovertedero ubicado en Peabody, Massachusetts, y dice que espera recuperar miles de toneladas de metal que se ha depositado con el tiempo en este monovertedero.

Covanta Tartech, una empresa conjunta de Covanta Energía y Tartech Eco Industries, utiliza una tecnología patentada para reciclar los metales que provienen de las cenizas originadas en el proceso de obtención de energía a partir de residuos. 

Seth Myones, jefe de operaciones de Covanta, dice que la recuperación de metales para el reciclaje de cenizas de vertederos reduce los gases de efecto invernadero, ahorra energía y recursos naturales.

Reciclar 1 tonelada de aluminio reduce los gases de efecto invernadero en 9 toneladas y la fabricación de nuevas latas de aluminio a partir de las latas usadas gasta un 95 por ciento menos de energía que el uso de materiales vírgenes, dice la empresa. Para el acero, cada tonelada reciclado evita la extracción de 1.133 kilos de mineral de hierro, 635 kilos de carbón y 54 kilos de piedra caliza y ahorra 75 por ciento de la energía que se utiliza para crear puramente acero a partir de materias primas.

En 2012, las instalaciones de energía a partir de residuos de Covanta en América del Norte recuperaron más de 415.000 toneladas de hierro y más de 16.000 toneladas de metales no ferrosos para su reciclaje.

Los esfuerzos de reciclaje de Covanta evitan la emisión de más de 800.000 toneladas anuales de CO₂, según la compañía. Por cada camión cargado de metal recuperado del proceso de recuperación de metales, se evitará la emisión de 70 toneladas de CO₂.

Por cada tonelada de residuos sólidos urbanos en las instalaciones de procesado de energía a partir de residuos, las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron en el equivalente de 1 tonelada de emisiones de CO₂, dice Covanta. Esto es debido al esfuerzo de evitar la llagada de metano a los vertederos, el desplazamiento de gases de efecto invernadero de producción eléctrica de combustible fósil y la recuperación de los metales para el reciclaje.

A finales de octubre, Covanta Energía y Turning Tierra se asociaron para desviar los residuos orgánicos de las empresas y municipios Connecticut y convertirla en energía renovable y compost. Covanta también se ha asociado con la Agencia Antidrogas de Arkansas y Texas para destruir de forma segura más de 20.000 kilos de medicamentos no deseados y convertirlos en energía limpia.