Los imputados pertenecen a dos empresas bercianas dedicadas al transporte de residuos que, presuntamente, procedían al vertido de estos de manera irregular. La Subdelegación del Gobierno en León apuntó que el procedimiento que seguían pasaba por retirar los contenedores de residuos e, incumpliendo su obligación de entregarlos a un gestor autorizado, vertían los mismos en una propiedad privada acondicionada en un primer momento para relleno con materiales pétreos, esto es, materiales naturales como limos, arcillas, gravas y cantos.

El propietario del terreno cobraba a los transportistas de residuos una cantidad muy inferior a la que deberían pagar si los desechos fuesen trasladados a una planta autorizada como manda la ley, de modo que se producía un beneficio económico para el propietario de la finca y también para el transportista de residuos, que evitaba de esta forma el pago más elevado de la gestión de los residuos.

Los vertidos, cerca de 4.500 toneladas, se echaban sin ningún tipo de control previo de separación de materiales, mezclados incluso con otro tipo de residuos que tienen un tipo de gestión específica con el consiguiente perjuicio y riesgo para el Medio Ambiente. Ambas personas implicadas se han puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de los de Ponferrada.

A lo largo de 2012, el Seprona de León ha llevado a cabo otras tres operaciones por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente con un total de 14 detenidos e imputados y más de 11.500 toneladas de residuos vertidos irregularmente.