Economía verde y azul para adaptarse al cambio climático en España

Reconstruir la actividad económica tras el parón del coronavirus es la gran necesidad del momento. Europa ha activado un fondo de emergencia para movilizar recursos y España podrá disponer de 140.000 millones de euros. La clave está en hacia dónde dirigir esos activos. Y la Comisión Europea lo dejó claro declarando que en buena medida deberían ir hacia la economía verde, la digitalización y la inversión en adaptación al cambio climático. Y es que, como numerosos estudios señalan, cada euro invertido en preparar a la sociedad y las infraestructuras a los efectos del calentamiento global supone un ahorro mucho mayor en daños evitados posteriormente por el clima.
En ese sentido, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, afirmaba hace poco que España deberá destinar el 30% de los fondos de reconstrucción post-covid otorgados por la Unión Europea a la transformación en verde de la economía. Y esa transformación verde también debe ser azul, pues el agua es sin duda uno de los sectores fundamentales para la adaptación al cambio climático en nuestro país.
Hace escasos días, el Consejo de Ministros aprobaba una actualización del Plan Nacional de Cambio Climático que plantea una hoja de ruta para invertir en resiliencia y evitar males mayores en el futuro y donde la gestión de los recursos hídricos en clave climática tiene un papel destacado.
Las peculiaridades de nuestra geografía nos hacen especialmente vulnerables a eventos extremos como sequías e inundaciones, y pese al gran bagaje técnico y de obras que nuestro país acumula, todavía queda mucho por hacer en creación de infraestructuras verdes que mejoren la resiliencia, tanto en ciudades, como en la costa o en el medio rural y agrícola.
En ese sentido, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) va a recopilar información de todos los sectores económicos para presentar al Gobierno 15 proyectos que podrían canalizar los 140.000 millones de euros del Fondo Europeo de Reconstrucción que dará la Unión Europea a España en préstamos y subvenciones. El Gobierno tiene que presentar antes del 15 de octubre un plan de reformas para el país, al que se condiciona la liberación de los fondos que servirán para financiar todos estos proyectos, un plan de reformas cuya versión definitiva tendrá que enviarse antes del 30 de abril de 2021 por lo que hasta abril y mayo no llegarán los fondos.
La CEOE estima que España recibirá en el primer año entre 20.000 y 30.000 millones y para contribuir al Plan de reformas que prepara el Gobierno la patronal ha presentado la plataforma digital ‘CEOEXEuropa’, que dará soporte a la Oficina Técnica de Apoyo a Proyectos Europeos para aglutinar y dinamizar las potenciales demandas empresariales.
Bruselas quiere que un 37% de las ayudas (51.800 millones de euros) se destinen a la transición ecológica y que al menos un 20% (28.000 millones) vayan a la transformación digital por lo que es necesario que el sector del agua se convierta en una de las industrias prioritarias sobre las que articular la recuperación post pandemia. Unas inversiones que sólo se pueden afrontar desde la colaboración público-privada, una colaboración que en el sector del ciclo urbano del agua está avalada por la experiencia de los operadores, por la gobernanza y el conocimiento que atesoran las empresas.
Los desafíos para la reconstrucción van más allá de la crisis sanitaria: la emergencia climática, las desigualdades sociales, ahora agudizadas a causa de la pandemia, y las amenazas latentes a la paz y al bienestar son retos de futuro a tener en cuenta en el proceso de reconstrucción.
[Esta noti8cia fue publicada originalmente en El Ágora. Lee el original aquí]