Definitivamente el pueblo guipuzcoano de Legazpi está haciendo méritos para convertirse en todo un referente del reciclaje en nuestro país. Hace unos meses el jurado de la 3ª edición de “Los Profes Cuentan” declaró vencedor del concurso a “Los nuevos vecinos”, el cuento escrito por la profesora María Romero Fernández, representando a la clase de 5º A de la Escuela Pública Domingo Aguirre de Legazpi. Ahora, esta localidad ha vuelto a despertar nuestro interés y admiración. Y es que su Ayuntamiento decidió que la decoración navideña que engalana la Casa Consistorial durante estas entrañables fechas fuera confeccionada con cientos de botellas de plástico recogidas por distintos bares de Legazpi y con viejas ruedas de bicicleta reutilizadas. Más aplausos merece la iniciativa si tenemos en cuenta que los adornos navideños fueron elaborados por personas con discapacidad intelectual provenientes del Garagune del pueblo.

Los garagunes son los Centros de Actividades de Día que posee la Fundación Goyeneche de San Sebastián (FGSS), una entidad privada y sin ánimo de lucro creada en 1950 en Donostia que presta servicios de atención diurna a personas adultas con discapacidad intelectual a través de diferentes programas y centros –a día de hoy, 11 centros- distribuidos por diferentes pueblos de  Guipúzcoa.

El pasado miércoles 10 de diciembre los autores de los adornos reciclados se personaron en el Ayuntamiento de Legazpi para colocarlos ellos mismos y dar a conocer su experiencia. A lo largo de varios meses estas personas demostraron en los talleres del  centro de día que sus discapacidades no son obstáculo para desarrollar la habilidad, la creatividad, el arte y el amor por el reciclaje y el medioambiente. Cortaron las botellas de plástico dándoles forma de flores con pétalos abiertos, las pintaron y después las ataron en pequeños grupos a ruedas de bicicleta reutilizadas. Esta bella decoración de flores verdes y rojas presidirá durante las Fiestas la balconada consistorial junto a una cascada de luces de iluminación LED –de muy poco consumo energético-.

Previo paso a comenzar los adornos, estos habilidosos artistas del reciclaje recibieron un breve curso para ayudarles a llevar a buen puerto la tarea. La empresa especializada en campañas de sensibilización medioambiental Arazi fue la encargada de hacerlo. Y se han quedado encantados, según han declarado a la prensa: “Nos ha gustado mucho la experiencia”. No es para menos. Terminadas las Navidades, los adornos serán guardados y volverán a ver la luz y alegrar la vista de los legazpiarras en las próximas fechas navideñas.

Esta bonita iniciativa desarrollada conjuntamente por Ayuntamiento, Arazi, las personas del  centro de actividades de día de Legazpi y, no lo olvidemos, por los bares del pueblo, que colaboraron proporcionando las botellas de plástico, no ha sido la única llevada a cabo por Legazpi relacionando el medioambiente con la iluminación y los adornos navideños.