El Consorcio de Residuos de Málaga multiplica desde 2005 el volumen de papel, envases y vidrio reciclados
El Consorcio Provincial de Residuos Sólidos Urbanos (CRSU), un organismo participado al 50% por la Diputación de Málaga y 89 municipios, cumple su veinte aniversario con un volumen de tratamiento anual de 400.000 toneladas de desechos. En los últimos años, desde 2005, ha cuadruplicado la cantidad de papel y envases procesados y ha duplicado el vidrio reciclado en la provincia, según ha destacado hoy el presidente, Elías Bendodo.
En concreto, el Consorcio ha pasado de tratar 1.973 toneladas de envases al año en 2005 a 7.071 a finales de 2012; en cuanto al papel y cartón, la evolución ha sido de 1.276 toneladas al año a 5.861; en vidrio, de 3.002 a 5.577, y en orgánica, de 207.431 toneladas en 2005 a 242.672 en 2012.
La utilidad pública del CRSU, su compromiso social para la concienciación sobre el reciclaje y el respeto al entorno y su participación en proyectos de la UE relacionados con la eliminación de la contaminación en vertederos han sido las características resaltadas por Bendodo en un balance con motivo de estos primeros veinte años.
“La historia del Consorcio es la de un éxito indiscutible que ha mejorado claramente la vida de los ciudadanos”, ha dicho Bendodo acompañado por el diputado de Medio Ambiente y presidente del RSU, Juan Jesús Bernal. En su opinión, se trata de un “ejemplo de cooperación institucional y trabajo conjunto por el bien común de la provincia”.
En este sentido, el presidente de la Diputación ha recordado que el RSU ha permitido en los últimos 20 años la eliminación de vertederos que afeaban la imagen de los municipios y suponían un deterioro del medio ambiente, además de un riesgo de contaminación de zonas habitadas.
Frente a ello ha reivindicado las instalaciones actuales, consistentes en cinco plantas de transferencia (Archidona, Campillos, Ronda, Cártama y Vélez), un vertedero en Casarabonela y el complejo medioambiental de Valsequillo (Antequera), que tiene una superficie superior al millón de metros cuadrados.
2.000 puntos de recogida en toda la provincia
El CRSU, que tiene una plantilla superior a las cien personas que se completa con una treintena de eventuales al mes, se encarga de la recogida, transferencia y tratamiento de residuos orgánicos, vidrio, papel y envases gracias a sus 2.000 puntos de recogida repartidos por la provincia y a los 85 vehículos que componen su flota. El presupuesto del organismo para este año 2013 asciende a 14 millones de euros.
Además, genera electricidad gracias a la planta de biogás de Valsequillo, con una producción de 3 megavatios a la hora; y produce compost para abonos agrícolas a partir de la transformación de lodos de las depuradoras de la provincia. “Hablamos de una actividad continua relacionada con el respeto al entorno, reciclaje y reutilización de recursos”, según Bendodo. Últimamente se ha incorporado la transformación de desechos de la construcción para la generación de nuevos áridos para esta industria.
El complejo de Valsequillo tiene siete vasos de vertidos de residuos orgánicos, cuya emanación de metano se aprovecha para la generación de energía eléctrica; y tiene en marcha dos nuevas estructuras que, según el presidente, garantizan un futuro aún mejor para el Consorcio.
Estas dos novedades son una planta de compostaje que se construye actualmente gracias a una inversión de 23 millones de euros, que permitirá obtener abono agrícola de los residuos orgánicos y reducirá en un 70% el vertido en los vasos; y una nueva planta de envases, con un coste de 7,6 millones de euros, gracias a la cual se duplicará el tratamiento de estos desechos. Está en pleno proceso de adjudicación y se prevé que genere en los próximos 15 años 76 millones de euros por la venta de material reciclado.
Bendodo ha especificado que los retos del futuro del Consorcio de Residuos pasan por la ampliación de la recogida selectiva, la mejora de la gestión de los residuos, la modernización de las estructuras y la ampliación de la carta de servicios. “La actividad del RSU se mueve por los ideales de servicio público, cuidado del medio ambiente, concienciación ciudadana y aprovechamiento energético”, ha manifestado.
El Consorcio de Residuos mantiene convenios con Ecoembes para mejorar el tratamiento de los envases; con Ecovidrio para el vidrio; y con Adipa y Recisur para el papel y cartón. Además, está incluido en los proyectos de la Unión Europea Reconver -con el que se persigue reducir la contaminación de los vertederos de Antequera y Casarabonela- y Sufalnet -para la recuperación de los vertederos sellados de Ronda y La Viñuela-.
En virtud de este último proyecto, la Diputación de Málaga colabora con el norte de Marruecos en procurar una mejor gestión de los residuos y un mayor control de los vertederos para minimizar su impacto ambiental.
En concreto, el Consorcio ha pasado de tratar 1.973 toneladas de envases al año en 2005 a 7.071 a finales de 2012; en cuanto al papel y cartón, la evolución ha sido de 1.276 toneladas al año a 5.861; en vidrio, de 3.002 a 5.577, y en orgánica, de 207.431 toneladas en 2005 a 242.672 en 2012.
La utilidad pública del CRSU, su compromiso social para la concienciación sobre el reciclaje y el respeto al entorno y su participación en proyectos de la UE relacionados con la eliminación de la contaminación en vertederos han sido las características resaltadas por Bendodo en un balance con motivo de estos primeros veinte años.
“La historia del Consorcio es la de un éxito indiscutible que ha mejorado claramente la vida de los ciudadanos”, ha dicho Bendodo acompañado por el diputado de Medio Ambiente y presidente del RSU, Juan Jesús Bernal. En su opinión, se trata de un “ejemplo de cooperación institucional y trabajo conjunto por el bien común de la provincia”.
En este sentido, el presidente de la Diputación ha recordado que el RSU ha permitido en los últimos 20 años la eliminación de vertederos que afeaban la imagen de los municipios y suponían un deterioro del medio ambiente, además de un riesgo de contaminación de zonas habitadas.
Frente a ello ha reivindicado las instalaciones actuales, consistentes en cinco plantas de transferencia (Archidona, Campillos, Ronda, Cártama y Vélez), un vertedero en Casarabonela y el complejo medioambiental de Valsequillo (Antequera), que tiene una superficie superior al millón de metros cuadrados.
2.000 puntos de recogida en toda la provincia
El CRSU, que tiene una plantilla superior a las cien personas que se completa con una treintena de eventuales al mes, se encarga de la recogida, transferencia y tratamiento de residuos orgánicos, vidrio, papel y envases gracias a sus 2.000 puntos de recogida repartidos por la provincia y a los 85 vehículos que componen su flota. El presupuesto del organismo para este año 2013 asciende a 14 millones de euros.
Además, genera electricidad gracias a la planta de biogás de Valsequillo, con una producción de 3 megavatios a la hora; y produce compost para abonos agrícolas a partir de la transformación de lodos de las depuradoras de la provincia. “Hablamos de una actividad continua relacionada con el respeto al entorno, reciclaje y reutilización de recursos”, según Bendodo. Últimamente se ha incorporado la transformación de desechos de la construcción para la generación de nuevos áridos para esta industria.
El complejo de Valsequillo tiene siete vasos de vertidos de residuos orgánicos, cuya emanación de metano se aprovecha para la generación de energía eléctrica; y tiene en marcha dos nuevas estructuras que, según el presidente, garantizan un futuro aún mejor para el Consorcio.
Estas dos novedades son una planta de compostaje que se construye actualmente gracias a una inversión de 23 millones de euros, que permitirá obtener abono agrícola de los residuos orgánicos y reducirá en un 70% el vertido en los vasos; y una nueva planta de envases, con un coste de 7,6 millones de euros, gracias a la cual se duplicará el tratamiento de estos desechos. Está en pleno proceso de adjudicación y se prevé que genere en los próximos 15 años 76 millones de euros por la venta de material reciclado.
Bendodo ha especificado que los retos del futuro del Consorcio de Residuos pasan por la ampliación de la recogida selectiva, la mejora de la gestión de los residuos, la modernización de las estructuras y la ampliación de la carta de servicios. “La actividad del RSU se mueve por los ideales de servicio público, cuidado del medio ambiente, concienciación ciudadana y aprovechamiento energético”, ha manifestado.
El Consorcio de Residuos mantiene convenios con Ecoembes para mejorar el tratamiento de los envases; con Ecovidrio para el vidrio; y con Adipa y Recisur para el papel y cartón. Además, está incluido en los proyectos de la Unión Europea Reconver -con el que se persigue reducir la contaminación de los vertederos de Antequera y Casarabonela- y Sufalnet -para la recuperación de los vertederos sellados de Ronda y La Viñuela-.
En virtud de este último proyecto, la Diputación de Málaga colabora con el norte de Marruecos en procurar una mejor gestión de los residuos y un mayor control de los vertederos para minimizar su impacto ambiental.
Vía Diputación de Málaga
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