El consumismo como enemigo del medio ambiente: las 10 cosas que no deberías tirar a la basura
¿Qué hacemos ante la duda? En muchas ocasiones directamente los tiramos para que no nos sigan ocupando espacio, sin embargo esto es muy nocivo para el medio ambiente ya que hay productos que son altamente contaminantes y otros que tardan mucho tiempo en degradarse. Por otro lado también estamos desperdiciando cosas que otras personas podrían reutilizar y aprovechar.
Haciendo un análisis más profundo, podríamos detenernos a reflexionar que si tenemos que arrojar tantas cosas quizás se debe a que hemos acumulado demasiado y muchas veces de manera innecesaria.
Viviendo en este mundo tenemos que consumir para satisfacer nuestras necesidades, el problema está en que muchas veces el consumo pasa a ser consumismo, que es un concepto mucho más extremo, y sabemos que los extremos tienden a ser malos.
¿Por qué consumimos tanto?
El consumismo se ve incentivado por diferentes factores. Uno de ellos es la publicidad “marketinera”, la cual en muchas ocasiones consigue convencernos de que un objeto cubre una necesidad cuando en realidad solo crea un deseo, fomenta la idea de que es sumamente urgente adquirir ese producto y genera una especie de “ilusión” que le hace ir por ello para sentirse satisfecho.
La publicidad engañosa también influye en el exceso de consumo creando la idea de que podemos solucionar nuestros problemas a través de un producto con atributos “milagrosos” y que en la realidad no resulta así en absoluto.
Seguramente conoce el refrán que dice “lo barato sale caro”. De hecho, el consumismo es ponderado por la baja calidad de algunos productos que son atractivos por su costo reducido pero que resultan más caros a largo plazo y más dañinos para el medio ambiente.
El consumismo impacta en nuestra economía, en nuestra salud y en el medio ambiente, por lo tanto antes de comprar algo deberíamos preguntarnos si realmente necesitamos ese “bien”…
Otros factores desencadenantes del consumismo pueden ser culturales y psicológicos. En este último caso está la “presión social”, esto se ve más que nada en los adolescentes, quienes son más influenciables y muchas veces sienten que para obtener la aprobación de la sociedad -y sobre todola de sus pares-necesitan poseer todo aquello que se les ofrece y les confiera seguridad.
Solo un dato para ilustrar este punto: Una conferencia de marketing destinada a comprender el consumo adolescente calculó que los 30 millones de chicas y chicos adolescentes en Estados Unidos gastan cada año 175.000 millones de dólares en ropa y aparatos electrónicos y además son los principales consumidores de los 65.000 millones de dólares que se gastan en snacks.
En síntesis, el consumismo impacta en nuestra economía, en nuestra salud y en el medio ambiente, por lo tanto antes de comprar algo deberíamos preguntarnos si realmente necesitamos ese “bien”, si va a ser aprovechado realmente y qué alternativas podemos encontrar a la hora de desecharlo. A esto lo podemos llamar “consumo responsable”.
Los 10 productos que nunca debemos tirar a la basura
Pilas y baterías
Las pilas y baterías – incluso las ya agotadas – están llenas de productos químicos que pueden filtrarse en el sistema de abastecimiento de agua, causando serios problemas de salud y medio ambientales, si terminan en el vertedero. Lleve las baterías o pilas a un contenedor de reciclaje. Si reside en la ciudad de Buenos Aires puede consultar aquí los puntos en donde se reciben.
Una alternativa muy conveniente es el uso de pilas recargables, terminan siendo más económicas y superiormente amigables con el medio ambiente.
Medicamentos no consumidos o vencidos
Hay muchas personas que se ven tentadas a deshacerse de los medicamentos no utilizados tirándolos por el inodoro, por el desagüe, o directamente a la basura. Si lo hace, permite que estos medicamentos de gran alcance se filtren en la tierra y el agua, donde pueden causar estragos en el medio ambiente. La Municipalidad de San Isidro y el Colegio de Farmacéuticos de San Isidro impulsan un proyecto para que los vecinos lleven medicamentos inutilizables a farmacias adheridas al programa, es una buena noticia que sería conveniente que se replique en otros municipios y comunas.
Grasa, aceite de vehículos o aceite de cocina
El aceite usado puede ser un gran problema para las plantas de tratamiento de residuos. Pero verterlo por el desagüe o fregadero es una idea aún peor, es muy difícil separarlo del agua y eso dificulta las tareas de las depuradoras. Una vez tratado, el aceite se puede recuperar para fabricar biodiesel y jabones. El aceite de cocina es uno de los ingredientes principales para poder hacer su propio jabón casero.
Si por cualquier razón, no tiene más remedio que tirar el aceite a la basura, póngalo en una botella de plástico y ciérrala bien. Asimismo, el aceite usado de vehículos -por su alto poder contaminante- necesita un tratamiento especial y pueden utilizarse posteriormente como combustible.
Artículos de informática y electrónica
Según estimaciones privadas, anualmente los argentinos desechan más de 100.000 toneladas de este tipo de residuos: cámaras digitales, computadoras, televisores, impresoras, iPods, reproductores de MP3, teléfonos móviles, cargadores de cintas, DVDs, CDs localizadores, cartuchos de tinta y otros aparatos electrónicos –toda esa basura electrónica- contienen sustancias peligrosas como mercurio, plomo, cadmio y berilio, entre tantas otras (por no hablar de valiosos metales como el oro, plata y platino). En Buenos Aires hay dos Puntos Verdes Especiales en donde reciben este tipo de residuos:
– Parque Centenario, Av Patricias Argentinas 201, Caballito
– Plaza Arenales, Nueva York 3901, Villa Devoto. De miércoles a domingo de 11 a 19hs
Para conocer otros lugares donde llevar aparatos eléctricos y electrónicos puede ingresar en: www.dondereciclo.org.ar/electronicos
Encendedores de plástico
Los encendedores de plástico, la mayoría con un poco de gas sobrante, son peligrosos e inflamables. Así que asegúrese de que estén completamente vacíos antes de tirarlos a la basura. Lo recomendable es usar encendedores recargables para reducir considerablemente la basura generada.
Pesticidas e insecticidas
Tienen un efecto muy grave si los tiras por el desagüe. Según los gestores de las redes de saneamiento, provocan las más altas tasas de emisiones en colectores y saneamientos públicos. Tampoco se pueden tirar a la basura, son altamente contaminantes para la tierra. En Madrid por ejemplo existen distintos Puntos Limpios donde se pueden depositar. En Argentina lo ideal es utilizar pesticidas caseros y ecológicos para sus plantas.
Ropa y medias
No tire ropa a la basura, tiene muchas opciones de reciclaje. Si la ropa está en buen estado, puede donarla para los más necesitados. Las medias de nylon contienen una fibra que no se degrada (tarda 200 años en desintegrarse) por lo tanto es bueno buscar opciones de reciclaje. Una campaña solidaria recoge este tipo de medias para tejer frazadas y luego donarlas.
Pinturas y solventes
Los restos de pintura y solventes, así como los pinceles o rodillos que se usaron son inflamables y tóxicos. Lamentablemente en Buenos Aires no tenemos contenedores especiales para este tipo de residuos peligrosos, pero hay muchos países en donde sí se está haciendo esta distinción, entretanto puede consultar con su Municipalidad en donde los puede colocar o si hay recicladores urbanos que puedan pasar a recogerlos.
Cosméticos
Siendo sinceros, ¿de cuántas cremas y maquillajes que compramos podríamos prescindir? Los cosméticos convencionales contienen sustancias químicas que no se eliminan mediante el tratamiento del agua. Incluso cuando están vacíos, los envases de productos cosméticos no se pueden reciclar debido a la mezcla de materiales de los que están confeccionados. Afortunadamente, algunas empresas están optando por reducir los empaques y ofreciendo cosméticos ecológicos. Asimismo una buena alimentación saludable y equilibrada puede reducir mucho las arrugas ¿verdad?
Cabello humano o pelo de animal
El pelo está lleno de nitrógeno, aproximadamente un 15%. Para no tirarlo, se lo puede aprovechar añadiéndolo a la pila de compost para ayudar a crear fertilizante barato para sus plantas no comestibles. También hay procesos que permiten convertir el pelo en fibra de lana para tejer, lo cual resulta muy beneficioso para el medio ambiente.
“Hoy la supuesta evolución de la sociedad en la manera de vivir puede ser involución, aunque aprendamos a tener más higiene y más confort de alguna manera. Antes los indígenas no dejaban basuras en las calles, la cultura de los pueblos originarios era de mucho respeto hacia la naturaleza y una conexión muy fuerte hacia ella”, señaló la actriz y cantante Elena Roger en un diálogo con el medio La Gran Época. Más allá de su profesión, Elena destina mucho de su tiempo a la difusión y apoyo a proyectos sustentables y amigables con el medio ambiente.
Somos muchos en el planeta y podemos convivir mejor, pensemos más en los demás y salgamos del “círculo de confort”…
La “evolución” en este caso está nuevamente en “volver al pasado”: a las buenas prácticas tradicionales, a los productos caseros y al consumo austero.
Somos muchos en el planeta y podemos convivir mejor, pensemos más en los demás y salgamos del “círculo de confort” en el que estamos inmersos, las generaciones futuras seguramente verán –y agradecerán- este cambio de conciencia que estamos generando.
Ecoportal
Xisco Bibiloni