El plan climático para descarbonizar la UE costará casi medio billón de euros anuales
El año 2030 es clave para la Unión Europea. En los nueve años que quedan para que se acabe la década, el club comunitario tendrá que encontrar la manera de reducir sus emisiones netas de dióxido de carbono en al menos un 55%, un ambicioso reto que exigirá importantes transformaciones económicas y sociales.
Así se preveía en el paquete de medidas Fit For 55, con el que se pretende endurecer las tasas del mercado comunitario de carbono, prácticamente doblar la cuota de renovables comunitaria, encarecer las importaciones desde países que no tengan estrictas normas climáticas o limitar casi por completo la venta y circulación de vehículos de combustión interna en algo más de una década. Pero el plan climático europeo no solo dependerá de las políticas que se adopten: su efectividad dependerá también de que se alcance el volumen de inversión necesario para acometer cambios de calado.
Así lo ha puesto de manifiesto esta semana la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, que en su discurso de inauguración de la conferencia anual sobre el presupuesto de la UE ha dejado claro que el club comunitario necesita hacer inversiones de alrededor de 470.000 millones de euros cada año para alcanzar sus objetivos climáticos de 2030. “Todos sabemos que tenemos que intensificar nuestra acción contra el cambio climático. Europa lidera estos esfuerzos. Esto se puede ver no solo en nuestros anuncios y en nuestros ambiciosos objetivos en el camino hacia el cero neto de emisiones, sino ante todo mirando nuestro presupuesto”, ha asegurado la líder europea.
Por el momento, el Viejo Continente va por el buen camino. Según Von der Leyen, la importancia de la meta del 55% queda patente en el presupuesto plurianual 2021-2027 y en los fondos de recuperación (también conocidos como NextGenerationEU), que “en precios actuales, supone 2,1 billones de euros”, de los cuales el 30% va destinado a la lucha contra el cambio climático. Y es que, gracias a los fondos, la UE se ha convertido en el mayor emisor de bonos verdes en todo el mundo: en octubre pasado, en una primera emisión de bonos verdes a 15 años, se obtuvo una demanda récord de 135.000 millones, más de once veces superior a la oferta.
Eso sí, la presidenta europea ha reconocido que esta transición será “más difícil para algunos que para otros” como, por ejemplo, para las regiones que “todavía dependen en gran medida del carbón” y para las cuales se ha dotado el presupuesto con un fondo de Transición Justa de más de 19.000 millones de euros, según ha recordado la presidenta de la CE. Además, el Ejecutivo europeo ha propuesto un nuevo Fondo Social del Clima por valor de más de 70.000 millones de euros, “diseñado para ayudar a los consumidores y a los hogares vulnerables”, ha añadido.
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