En una entrevista concedida a Radio Arousa, el presidente de Sogama, Luis Lamas, confirmó que la reducción de basura en general es una realidad, hecho atribuido mayoritariamente a la crisis económica por la que estamos atravesando, que ha derivado en una evidente contracción del consumo. No obstante, reconoció que, aunque en menor medida, la educación ambiental también ha tenido algo que ver. No en vano, la Sociedad que preside realiza un gran esfuerzo en llevar a cabo, de forma permanente, campañas de concienciación ciudadana que fomenten la aplicación práctica de las tres erres, traducidas en la prevención y la reducción de basura, pero también en la reutilización de los productos el mayor número de veces posible antes de convertirse en residuos y la correcta clasificación de los mismos para que puedan ser reciclados, contribuyendo de esta forma al ahorro energético y de materias primas vírgenes.

Manifestó que en Galicia estamos mejorando el reciclaje, pero muy lentamente. “Nos encontramos en unos niveles de recuperación del 10 por ciento, distanciados de la media estatal (15%) y todavía más alejados de las tasas alcanzadas por los países europeos más desarrollados”. Es el caso de Alemania y Bélgica, con unos niveles de reciclado del 48 y el 45 por ciento respectivamente. “No es solo cuestión de dar ánimos a la ciudadanía, sino de trabajar los buenos hábitos de cara a la adquisición de los mismos y posterior implantación en el día a día”, sentenció. Está convencido de que esto supone un esfuerzo para todos, administraciones, empresas y ciudadanos, pesando también sobre estos últimos una gran responsabilidad.

La recepción de residuos en las instalaciones de esta empresa pública, que gestiona los desperdicios procedentes de 296 concellos gallegos (más de 2.600.000 habitantes) cayó en un 10,89 por ciento desde el año 2007, y si la comparativa se ciñe a los años 2011 y 2012, la bajada es del 5,18 por ciento.

Lamas también hizo referencia a un dato que considera preocupante desde todos los puntos de vista, pero sobre todo inaceptable desde la dimensión moral, y es que arrojamos a la basura un tercio de la comida que adquirimos, noticia de la que también se hizo eco en su momento la Comisión Europea, quien alertó a los Estados miembros sobre esta tendencia, instándoles a corregirla. A esto se une que, según un reciente estudio realizado por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Fundación Alicia (centro de investigación dedicado a la innovación tecnológica en cocina y a la mejora de los hábitos alimentarios), los restaurantes desperdician el 10 por ciento de los alimentos que compran. Es por ello que esta Fundación ha decidido publicar, en colaboración con la Agencia de Residuos de Cataluña, una guía de buenas prácticas en la restauración con el objetivo de reducir el derroche alimentario en el sector.

Respecto a la fracción orgánica, el máximo responsable de esta entidad pública no desaprovechó la oportunidad para ensalzar las ventajas del compostaje doméstico en las viviendas asentadas en el medio rural, retomando así una práctica tradicional en Galicia a través de la cual se logra fabricar un abono natural de alta calidad. Y como ejemplo citó al concello de A Illa de Arousa, que instauró este programa en el año 1998 a través de un proyecto Life. Ahora bien, puntualizó que “otra cosa distinta es el compostaje industrial, un proceso mucho más complejo para obtener un compost puro y libre de elementos impropios”.