El reciclaje de RAEE genera 16.500 empleos y más de 900 millones de Valor Añadido Bruto en España
El sector del reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), pilas y baterías, mantiene más de 16.500 puestos de trabajo y genera anualmente un Valor Añadido Bruto (VAB) de 955 millones de euros en España, equivalente al 0,8% de su Producto Interior Bruto.
Así lo certifica el primer informe sobre las tendencias de esta industria presentado por José Pérez, consejero delegado de Recyclia (entidad que agrupa a las fundaciones ambientales Ecoasimelec, Ecofimática, Ecolum y Ecopilas), que pretende convertirse en “referente en cuanto a medición y análisis” de este mercado “con vocación de continuidad”.
El documento también señala que el sector aportó durante 2019 más de 150 millones de euros de manera directa a la recaudación fiscal del Estado en concepto de impuestos y cotizaciones sociales. Por volumen de toneladas gestionadas, la aportación al VAB y al empleo del reciclaje de RAEE y pilas “es diez veces superior al del resto de industrias de gestión de residuos de nuestro país” debido al mayor valor relativo de los materiales recogidos y la complejidad de sus procesos de tratamiento. El documento estima que, si al impacto directo de esta industria se añade el derivado de la demanda de suministros a otros sectores como consecuencia de esos materiales, por cada euro de demanda final en este sector, la economía genera 2,2 euros de valor añadido y 2,7 euros teniendo en cuenta su efecto inducido.
Otras cifras contenidas en este análisis revelan que durante 2019 llegaron al mercado hasta 900.000 toneladas de aparatos electrónicos, un 25% más que en 2018 y un 44% respecto a 2016, de las cuales el 73% corresponde al mercado doméstico. De los 734 millones de equipos que fueron comercializados a lo largo del año pasado, destaca que el 54 % fueron “pequeños aparatos” y el 26%, “dispositivos de informática y telecomunicaciones de pequeñas dimensiones”.
En relación con el reciclaje de estos residuos, se ha constatado un “crecimiento continuado” paralelo a la “creciente digitalización de la sociedad” que se prevé quedará reflejado en el informe correspondiente a 2020. Así, el objetivo mínimo de recogida fijado para 2019 -más de 430.000 toneladas- superará según esta previsión las 489.000 toneladas en 2020.
Respecto al mercado de pilas y acumuladores, en 2019 fueron comercializadas 182.000 toneladas, equivalentes a 600 millones de unidades, de las que el 67% correspondieron a pilas estándar y el 20 % a las pilas botón. Este mercado en concreto “muestra una estabilización” por lo que sus residuos se destinan “prácticamente en su totalidad” al reciclaje. Una muestra de la emergencia de nuevos negocios es el de la movilidad eléctrica, donde se ha detectado un aumento del 41% en el reciclaje de baterías de iones de litio hasta alcanzar las 7.800 toneladas y se espera que la demanda crezca a tasa anuales superiores al 30 % en el próximo decenio.
El informe alerta sobre la necesidad de desarrollar tecnologías de almacenamiento energético y modelos de negocio que den valor a estos residuos para evitar la dependencia de otros países. Europa, indica, “sólo produce el 1% de materias primas esenciales para la fabricación de baterías” y, como ejemplo, señala que Chile acapara el 40% y Australia el 29% de la producción mundial, mientras que China concentra el 45 % de las refinerías de roca dura de litio globales. Son porcentajes a tener en cuenta ante la previsión de que el incremento del mercado de coches eléctricos multiplique por 18 la demanda de litio y por 5 la de cobalto, de aquí a 2030.
[Esta noticia fue publicada originalmente en EFE VERDE. Lee el original aquí]