El Reglamento Europeo de Envases, un desafío para la industria del embalaje
El pleno del Parlamento Europeo está en vías de dar el visto bueno al texto del nuevo Reglamento de Envases y Residuos de Envases (PPWR, en sus siglas en inglés), penúltima parada para la adopción final de una norma que marcará la evolución hacia un modelo de gestión de envases basado en la sostenibilidad y la innovación, y cuyas implicaciones afectarán directamente a la vida diaria de todos los ciudadanos y empresas que operan en territorio comunitario.
A modo de síntesis de las principales novedades, el nuevo Reglamento va a establecer una serie de ambiciosos requisitos en materia de reciclabilidad, reutilización y reciclaje a gran escala, y contenido reciclado de los envases con el objetivo de garantizar que todos ellos sean reciclables y/o reutilizables en el año 2030. Estar a la altura del desafío requerirá, por tanto, de un importante esfuerzo coordinado entre empresas, instituciones y ciudadanos.
No hay que olvidar que la elección del formato del envase responde esencialmente a la funcionalidad que éste aporta a la hora de proteger y conservar los productos que contiene. En el caso de los envases de cartón para bebidas y alimentos, la característica principal que hace que estemos presentes en la práctica totalidad de los hogares europeos es que somos capaces de garantizar a largo plazo la calidad de bebidas y alimentos sensibles como la leche, los zumos y otros alimentos líquidos que precisan de unas condiciones especiales de procesamiento para garantizar su conservación y evitar riesgos sanitarios.
Por este motivo, durante el proceso de tramitación, y junto a numerosos sectores de la cadena agroalimentaria española, una de nuestras principales reivindicaciones ha sido la defensa de la complementariedad entre los modelos de reutilización y reciclaje, a fin de que la elección de uno u otro pueda variar dependiendo de la tipología y funcionalidad de cada envase, y que su viabilidad técnica, económica y medioambiental pueda ser garantizada.
A nadie escapa que una de las claves para impulsar el reciclaje es la mejora de los sistemas de recogida selectiva, algo en lo que cada Estado miembro comparte compromiso con los sistemas de responsabilidad ampliada del productor, el tejido productivo y los propios ciudadanos.
Nuestra asociación, la Alianza del Cartón para Bebidas y Alimentos (ACE) ha promovido la adopción de un objetivo europeo de recogida del 90% de los envases de cartón para bebidas, si bien, lamentablemente dicha medida no ha sido refrendada en el texto final del Reglamento. Hará falta un diálogo intenso entre instituciones y agentes de la cadena del envase a fin de promover soluciones y potenciar la concienciación de los ciudadanos para que podamos alcanzar los ambiciosos requisitos previstos por el Reglamento en materia de reciclabilidad y reciclaje a escala.
El sector del cartón para bebidas y alimentos (los briks) se compromete a lograr que todos nuestros envases estén hechos de materiales 100% renovables o reciclables en 2030. Nuestras empresas han invertido unos 200 millones de euros en Europa en los últimos años, y están previstas nuevas inversiones por valor de 120-150 millones para apoyar el reciclaje efectivo de todos los componentes de los envases de cartón para bebidas.
El nuevo Reglamento supondrá un reto para todos, y desde la industria del cartón para bebidas pretendemos afrontarlo con la misma solvencia y agilidad que los ha convertido en un envase reciclable, circular y bajo en emisiones, además de ser es un aliado indispensable en la lucha contra el desperdicio alimentario.
AUTOR: Emilio Oviedo, director de la Alianza del Cartón para Bebidas y Alimentos (ACE) Iberia.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de Expansión. Lee el original aquí]