¿Es mejor reutilizar los residuos electrónicos o reciclarlos?

La producción anual de «e-residuos» -productos electrónicos que han llegado al final de su vida útil y se tiran- está aumentando en 2,6 millones de toneladas en todo el mundo, camino de alcanzar los 82 millones de toneladas en 2030. Aunque a menudo se considera que el reciclaje es la mejor solución para gestionar los residuos electrónicos, es un proceso complejo y costoso que requiere importantes recursos, equipos especializados y energía para procesar los materiales peligrosos. Una alternativa más sensata es reutilizar la tecnología mediante prácticas como la Disposición de Activos Informáticos. El reacondicionamiento de los dispositivos permite ahorrar recursos y dinero, al tiempo que se prolonga la vida útil de la tecnología.
La reutilización de la tecnología preserva materiales críticos como minerales y metales, que de otro modo se extraerían con un coste medioambiental significativo. Redistribuir componentes dentro de una empresa en lugar de fabricar otros nuevos ahorra tiempo y recursos, y alarga la vida útil del hardware. «Cuantos más metales reciclemos, menos habrá que extraer», afirma Kees Baldé, especialista científico del Instituto de las Naciones Unidas para Formación Profesional e Investigaciones.
Dell, HP, Microsoft, Apple, Lenovo, Cisco, Google, Amazon y Sony tienen programas para recuperar y dar un nuevo hogar al hardware tecnológico obsoleto. Además, TechSoup, Good360 y Computers with Causes son organizaciones sin ánimo de lucro especializadas en la redistribución de tecnología reacondicionada a organizaciones benéficas.
La basura electrónica es uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento, pero menos de una cuarta parte se recicla adecuadamente. Los residuos electrónicos contienen sustancias como plomo, mercurio y cadmio, que pueden filtrarse al suelo y al agua y están relacionadas con trastornos neurológicos, respiratorios y del desarrollo, sobre todo en poblaciones vulnerables.
Más allá de las ventajas medioambientales, la reutilización de la tecnología ahorra dinero al vender o intercambiar los dispositivos antiguos a través de eBay o de los programas de intercambio de los fabricantes. Los acuerdos de alquiler también permiten acceder a tecnología actualizada sin tener que deshacerse de ella con frecuencia. Con creatividad, se pueden convertir viejos dispositivos en algo completamente nuevo, como una tableta en un recetario digital o un viejo portátil en un servidor multimedia doméstico.
Las leyes de la UE sobre el «derecho a reparar» ponen de manifiesto esta tendencia: «Esperamos que el Consejo adopte pronto su posición, de modo que podamos iniciar las negociaciones para transformar estas medidas en leyes y allanar el camino hacia una economía europea verdaderamente circular», comparte René Repasi, miembro del Parlamento Europeo. Con menos de una cuarta parte de los residuos electrónicos reciclados adecuadamente en todo el mundo, adoptar una mentalidad ahorradora puede impulsar un cambio real. Como consumidor, optar por donar o reutilizar dispositivos obsoletos puede conservar recursos, ahorrar dinero y reducir el impacto ambiental. En nuestro mundo dependiente de la tecnología, este cambio no es simplemente beneficioso, sino esencial.