Estrategia del Mercado Interior de la UE: respuestas y demandas desde la industria del reciclaje

La Comisión reconoce que el transporte transfronterizo de residuos a las instalaciones de reciclaje dentro de la UE debe simplificarse y acelerarse. El «Paquete Ómnibus» de medidas ambientales de la UE también pretende reducir la burocracia y los obstáculos intersectoriales en la legislación sobre residuos. Desde la perspectiva de las asociaciones europeas de reciclaje, estas son medidas necesarias y oportunas.
“La economía circular solo puede funcionar si las materias primas se reciclan allí donde se puedan utilizar de forma más eficiente, independientemente de las fronteras nacionales”, destacan las asociaciones firmantes VDM (Asociación de Comerciantes de Metales Alemanes), bvse (Asociación Federal de Materias Primas Secundarias y Eliminación) y BDSV (Asociación Federal de Empresas Alemanas de Reciclaje y Eliminación de Acero) en un documento de posición publicado ayer.
La estrategia también puede tender un puente entre dos eslabones cruciales de la economía circular: los recicladores y las fundiciones. Ambas partes se benefician cuando las materias primas se trasladan del punto A al punto B con la mayor fluidez posible y sin trabas burocráticas innecesarias, ya sea para el tratamiento inicial, el refinamiento o la realimentación a los procesos industriales.
En concreto, las asociaciones proponen cuatro medidas:
- Eliminar el Anexo 7 en lugar de digitalizarlo: para residuos no peligrosos como el acero y la chatarra metálica, el Anexo 7 debería eliminarse. Una simple nota de entrega debería ser suficiente. La digitalización no resuelve el problema de la burocracia, simplemente lo desplaza.
- Estandarizar y agilizar los procedimientos de notificación: las notificaciones colectivas para los flujos de reciclaje establecidos deberían tener una validez de cinco años y debería introducirse una aprobación tácita si se excede el plazo.
- Sin requisito de notificación para residuos de aparatos eléctricos y electrónicos a partir de 2027: la obligación prevista de notificar los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos no peligrosos a partir del 1 de enero de 2027 es desproporcionada y pone en peligro las relaciones comerciales funcionales dentro del mercado interior.
- Permitir la innovación: el límite para las cantidades de muestra para fines de prueba debe aumentar de 250 kilogramos a al menos 15 toneladas para reflejar de forma realista las condiciones industriales.
«La Comisión Europea ha marcado el rumbo con su estrategia. Ahora necesitamos determinación política para liberar a la industria del reciclaje de la burocracia innecesaria y, por fin, hacer sostenible el comercio interior», concluyen las asociaciones participantes.
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