GRECAT podría tratar las armas químicas confiscadas a Siria
El Centro de Iniciativas Ecológicas Mediterrània, único miembro de la sociedad civil representado en la Comisión de Información de la empresa de tratamiento de residuos especiales GRECAT, ha solicitado este jueves con carácter de urgencia toda la información referente a la posible llegada a la ciudad de Tarragona de residuos especiales y químicos de Siria.
La petición urgente de información se ha realizado tras conocerse que GRECAT está estudiando la posibilidad de tratar parte de los residuos procedentes de la destrucción de armamento químico de este país a petición del Organismo para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
Como miembro de la Comisión de Información de la empresa GRECAT, Mediterrània-CIE representa a todos los vecinos de Tarragona en este órgano. Además, la entidad ecologista es también miembro e impulsora de la Coordinadora de Entidades de las Comarcas de Tarragona que preside Ángel Juárez y que reúne a más de 70 entidades sociales y vecinales de esta zona.
Desde Mediterrània-CIE se pone de manifiesto el malestar que esta noticia ha generado en la sociedad tarraconense por la peligrosidad que supone manipular estos residuos y se comparte este sentimiento sobre todo teniendo en cuenta que la zona de Tarragona, tanto la ciudad como el resto de la provincia, ya ha cubierto con creces el cupo de solidaridad con el territorio acogiendo la presencia de tres centrales nucleares, el segundo mayor polígono petroquímico de Europa y todas aquellas empresas e instalaciones que pueden conllevar peligro y riesgos para la población que otras ciudades del estado español y de Catalunya han rechazado.
Para Ángel Juárez, Presidente de Mediterrània-CIE, “pretender que en la ciudad de Tarragona se manipulen y gestionen agentes químicos como gas mostaza o gas sarín procedentes de Siria es un grave error y una falta de respeto hacia una población históricamente solidaria sin precedentes”. Por este motivo, Mediterrània-CIE ya ha avanza que hará todo lo que esté en sus manos para evitar que la propuesta de la OPAQ prospere y exige a la empresa GRECAT que se niegue a tratar los residuos y haga público su posicionamiento en contra de la gestión de este material.