La educación en las escuelas es una de las principales fuentes por las que emana la divulgación de la cultura y de valores humanos tan necesarios y universales como el respeto, la bondad, la tolerancia, la amistad, la responsabilidad, la honradez, la justicia, la igualdad, la solidaridad… y también el amor. El amor por los demás y el amor por este planeta Tierra que tan generosamente nos acoge desde hace millones de años.

En el país centroamericano de Guatemala, la ONG Hug It Forward sabe muy bien el infinito valor que tienen las escuelas y también el respeto del medioambiente para el buen devenir de esas personas que hoy son niños pero que en el futuro asumirán importantes responsabilidades. Por eso, su principal cometido es empoderar a las comunidades guatemaltecas para que puedan construir escuelas allá donde hacen falta. Concretamente, escuelas construidas con ladrillos ecológicos, consistentes en botellas de plástico reutilizadas rellenas de basura inorgánica: las denominan las “Bottle Schools”. De esta forma, se facilita que las comunidades del país construyan a bajo coste sus propias escuelas, se genera empleo y riqueza, se estrechan lazos humanos, se consigue que los niños (y mayores) comprendan la vital importancia del reciclaje y el respeto al medioambiente, y que se reduzca enormemente la cantidad de residuos en calles y vertederos. En cada proyecto se reciclan miles de botellas de plástico.

En Hug It Forward trabajan, según informan en su web, doce cooperantes. A ellos hay que añadir a todos los albañiles que la ONG contrata para asegurar una correcta y segura construcción de los centros educativos. También hay que sumar a todos los voluntarios que colaboran en la recaudación de fondos, y a las decenas de miles de personas de las poblaciones locales que aportan su alegría, ilusión, conocimientos y mano de obra para la buena ejecución de los proyectos.

Por ahora, desde octubre de 2009 se han llevado a cabo más de 28 proyectos con la “tecnología de botellas de plástico”. Desde la web de Hug It Forward apuntan a que las escuelas son tan resistentes como las escuelas convencionales dado que las botellas forman solo el relleno de las paredes, pero para apoyar la estructura de los edificios, se añaden barras de refuerzo y columnas de cemento, tanto horizontales como verticales. Así, afirman que las botellas de plástico proporcionan un “excelente aislamiento” y se obtiene “entre un 30 y un 100% de ahorro” respecto a una escuela normal. El relleno de las botellas de plástico procede de los “montones de basura inorgánica en los bordes de la carretera, en el campo, en los cursos de agua y del carbón para cocinar”. Una estupenda forma de reducir residuos y limpiar los alrededores de las futuras escuelas. En la web podéis acceder a las imágenes e información de todas las escuelas terminadas levantadas con ayuda de botellas de plástico, así como de aquellas cuya construcción todavía está en curso.

En 2012, la iniciativa Bottle Schools de Hugh It Forward cruzó la frontera guatemalteca gracias a la solidaridad de la gente y completó su primer proyecto exterior en El Salvador, su país vecino por el sur. La intención de la ONG es expandir sus proyectos de arquitectura y reciclaje allí donde puedan. Desde este humilde blog les deseamos todo el éxito del mundo en su ingente tarea de compartir sus conocimientos, sus valores humanos y medioambientales, y en la construcción de escuelas ‘recicladas’ allá donde hacen falta.