Iniciadas las primeras pruebas de transformación de restos vegetales en pienso para ganado en El Ejido (Almería)
La planta de Frutilados en El Ejido (Almería) ha entrado en funcionamiento con las primeras pruebas de transformación de los restos vegetales en alimento de calidad para el consumo de ganado ovino. El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, junto al concejal de Agricultura, Juan Fernández; el presidente de Frutilados, Juan Romera; y el director técnico de la fábrica, Fernando Escobar, ha visitado la planta hace unos días para comprobar el funcionamiento de estas importantes instalaciones que vendrán a dar solución a los excedentes de subproductos procedentes de las centrales de manipulado.
Góngora ha mostrado su satisfacción porque con este proyecto "se viene a dar respuesta a la falta de capacidad de compostaje que existe en la actualidad y que, junto a otras importantes iniciativas en las que ya también se trabaja como es ENCE, con el que se pretende convertir los excedentes agrícolas en energía eléctrica". Esta previsto que se valoricen unas 650.000 toneladas de biomasa al año, con capacidad para generar 31.5 megavatios y una producción de energía de 250 mill de kWh/año, lo que equivale al consumo de 240.000 habitantes.
"De esta manera, se avanza de manera importante en lo que a bioeconomía se refiere. Se trata, por tanto, de una iniciativa basada en una nueva forma de producir y consumir, dándose así una respuesta a los retos medioambientales y sociales, generando desarrollo económico y empleo", ha dicho. Góngora ha recordado que se trata de un proyecto medioambiental liderado por el Ayuntamiento y 25 empresas hortofrutícolas, "fruto del consenso, la unión y el trabajo de todo el tejido empresarial del agro en una apuesta por garantizar la sostenibilidad del sector y, por ende, un crecimiento más racional abordando la explotación de los recursos disponibles sin perjudicar al entorno. Se trata de la primera planta de estas características en la provincia y con ella, avanzamos hacia la economía circular para prolongar la vida útil de los materiales y el aprovechamiento de los recursos tanto como sea posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos", ha indicado.
Ubicadas en el Paraje de La Molina de Las Norias de Daza, estás instalaciones incorporan avanzados sistemas de tratamiento de los restos vegetales y conversión de la materia prima en un producto totalmente aprovechable y es que, gracias a procesos punteros de I+D+I, el excedente deja de ser un residuo pasando a convertirse en un subproducto y por tanto, en alimento para ganado de un altísimo valor nutricional.
Este proyecto contempla la transformación de 38.000 a 50.000 toneladas de excedentes de la comercialización y producto retirado en alimento de calidad para 13.000 cabezas de ganado al año. La cifra podría incrementarse progresivamente ya que se ha diseñado para que pueda ir creciendo en función de la demanda. Esta infraestructura cuenta con zona de oficinas, zona de acopio de paja, de ensilado y con salida a granel para los ganaderos locales.