Gran parte del sistema de tratamiento de residuos de Israel está localizado en Cisjordania, denuncia la ONG Betselem en un informe presentado esta semana, en el que revela una regulación medioambiental mas flexible en las zonas de asentamientos judíos en territorio ocupado y una transferencia de desechos desde Israel.

La organización acusó a las autoridades israelíes de explotar Cisjordania para este cometido, al aprovechar laxas regulaciones medioambientales, incentivos impositivos y subsidios, por lo que es más rentable construir y operar en territorio palestino que en Israel. "Las flexibles normas reguladoras allí aumentan los riesgos potenciales ambientales y de salud para los residentes de Cisjordania", considera la ONG sobre las consecuencias del procesamiento de residuos que realiza Israel en el territorio que ocupa militarmente desde la Guerra de los Seis Días, de 1967.

Betselem cree que así se desvían "los riesgos y contaminantes hacia tierras y personas palestinas", como asegura que reconoció el director del distrito de Jerusalén del Ministerio de Protección Medioambiental israelí, Shoni Goldberg, en una conferencia en la Universidad de Ariel, en territorio ocupado. "Sí. Ciertamente hay desechos, especialmente desechos peligrosos y desechos costosos, que los israelíes transfieren a Cisjordania para deshacerse de ellos", recoge el informe que declaró Goldberg en junio de 2017.

"Israel ha convertido Cisjordania en una zona de sacrificio, explotando y dañando el medio ambiente a expensas de los residentes palestinos, que están completamente excluidos del proceso de toma de decisiones", reprocha la ONG.

De las 15 instalaciones, seis de ellas manejan desechos peligrosos que requieren procesos especiales y supervisión, desarrolla el informe, que añade que en estas zonas no están obligados a informar sobre la cantidad de desechos que procesan, los peligros que plantean o las medidas que adoptan para prevenir o, al menos, reducir estos riesgos. "Cuando se contrasta con valores (internacionales), la realidad que Israel impone a Cisjordania en términos de manejo de desechos es inconcebiblemente insensible", valora la organización al considerar que Israel "solo tiene en cuenta sus propias necesidades".

La Oficina de información del COGAT (organismo militar israelí que gestiona la ocupación) confirmó a Efe que existen en Cisjordania "centros de deshechos israelíes bajo supervisión" y que "cumplen los estándares medioambientales".

"La Administración Civil (COGAT) lleva a cabo controles en los cruces de Judea y Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania) para impedir la transferencia ilegal de deshechos a la región", añade el comunicado militar y en el último año se ha incautado de "más de 670 camiones que intentaban introducir ilegalmente deshechos a la región". Además, este organismo asegura lleva a cabo operaciones para clausurar vertederos ilegales que causan contaminación.