La basura podría sustituir hasta el 25% del combustible anual para aviación
La industria de la aviación produce alrededor de una gigatonelada (mil millones de toneladas) de dióxido de carbono, lo que supone el 3% de las emisiones de este gas del mundo. Tanto los investigadores como los formuladores de políticas consideran que estos datos muestran que la aviación es una industria llena de oportunidades para reducir las emisiones.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se ha marcado como objetivo alcanzar cero emisiones netas para 2050. Pero, ¿cómo se pueden reducir las emisiones? Un equipo de científicos norteamericanos han concluido que se podrían reutilizar los residuos municipales y convertirlos en combustible de aviación sostenible. Proponen construir refinerías de conversión de desechos en combustible cerca de los principales centros de viajes.
Solo en Estados Unidos se podrían producir cada año entre 11.000 y 19.000 millones de litros de combustible de aviación sostenible procedentes de la basura. Esos litros darían para reemplazar entre el 15% y el 25% del suministro anual de combustible para aviones de ese país. Pero la propuesta de estos científicos, que se ha publicado en la revista ‘ACS Sustainable Chemistry & Engineering’, podría aplicarse sin mayores problemas en otros países.
"Hemos identificado lugares en los Estados Unidos donde los grandes aeropuertos están lo suficientemente cerca de los principales centros de producción de desechos de bajo costo como para construir estas refinerías ahora mismo", apunta Timothy Seiple, autor principal del artículo.
Los desechos producidos por la sociedad moderna (basura doméstica, restos de comida, lodo de las plantas de tratamiento de agua, materia vegetal no utilizada de la agricultura…) contienen las mismas moléculas orgánicas que el petróleo crudo que se encuentra en las profundidades de la superficie de la Tierra. El petróleo crudo se forma a lo largo de millones de años bajo tierra, a medida que el calor y la presión intensos alteran químicamente algas antiguas y pequeños organismos marinos. Los científicos han conseguido desarrollar tecnología que condensa esos millones de años en unas pocas horas, produciendo petróleo ‘biocrudo’ que luego puede refinarse y convertirse en combustibles para camiones diésel o aviones.
Los investigadores estudian ahora cómo se podría ampliar esa tecnología y que siguiera siendo rentable. Una barrera para producir una cantidad significativa de combustible de aviación sostenible es el suministro de residuos en sí, la materia prima. En los países occidentales los residuos son abundantes.
Los estadounidenses produjeron en 2018 casi 300 millones de toneladas de basura, más de 2 kilos por persona por día. Gran parte de esa basura es orgánica, incluidos restos de comida, como cáscaras de frutas y verduras y sobras desechadas, tal y como apunta por JoAnna Wendel, comunicadora del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico. Además, las plantas de tratamiento de aguas residuales de Estados Unidos generan 7,6 millones de toneladas de biosólidos ricos en materia orgánica cada año. Conclusión: hay materia suficiente para transformar esos biorresiduos en combustible para aviones.
Es cierto que debe considerarse también el costo ambiental. ¿El carbono emitido por el transporte de combustible de aviación sostenible anularía el carbono ahorrado en el proceso de conversión de residuos en combustible? Para abordar esta cuestión, los investigadores observaron los principales centros productores de residuos y su distancia a los principales aeropuertos.
"Si las ciudades construyen instalaciones de conversión de residuos en combustible más cerca de los principales aeropuertos, es menos probable que se necesite infraestructura adicional para llevarlo hasta los aeropuertos", destaca Karthikeyan Ramasamy, coautor del artículo. "Reciclar la basura para convertirla en combustible significa que no tendrá que ser transportada en camiones a kilómetros de distancia a los vertederos y, al no descomponerse, no se liberará metano", resalta Ramasamy.
Los investigadores centraron su análisis en dos clases de desechos: húmedos, que incluyen lodos de plantas de tratamiento de agua o estiércol de granjas, y secos, incluidos restos de comida, madera, papel, desechos de jardín, plásticos y otros materiales que normalmente se tiran a la basura. Como era de esperar, las zonas más pobladas producen la mayor cantidad de residuos. Los investigadores observaron la proximidad de estos centros productores de residuos a los grandes aeropuertos, como Los Ángeles, Nueva York, San Francisco, Chicago y Atlanta.
Según los cálculos de los investigadores, los residuos podrían sustituir el 7% del combustible anual del aeropuerto de Los Ángeles y el 22% del de Chicago. En general, descubrieron que las refinerías de combustible sostenible para aviones basadas en residuos podrían construirse lo suficientemente cerca de 100 aeropuertos estadounidenses. Todo ello que permitiría producir entre entre 13.000 y 21.000 millones de litros al año, lo que representa entre el 15 y el 25 % del uso total anual de combustible para aviones. Por extensión, se reduciría la intensidad de carbono de la industria de la aviación entre un 10% y un 18%.
"Los cinco principales aeropuertos utilizan más de 1.000 millones de galones (3.785,41 millones de litros) al año de combustible para aviones", resalta Seiple. "No tenemos suficientes desechos para reemplazar todo el combustible para aviones, pero esta podría ser una oportunidad inmediata para descarbonizar el sector de la aviación y orientarnos aún más hacia combustibles más sostenibles", finaliza.
Artículo EN INGL¨ÉS disponible aquí: Cost-Effective Opportunities to Produce Sustainable Aviation Fuel from Low-Cost Wastes in the U.S.
[Este contenido procede de El Periódico. Lee el original aquí]