La Guardia Civil ha imputado en Zamora a los dueños de dos empresas de construcción por supuestas irregularidades en la gestión de los residuos de construcción y demolición. Los dueños de los negocios están acusados de delitos relativos a la ordenación del territorio y a la protección del patrimonio histórico y del medio ambiente.

El Seprona confirmó que una de las empresas había vertido 3.000 metros cúbicos de residuos de construcción, plásticos, maderas, uralitas y otros tipos en una parcela situada en una localidad próxima a la capital que, según han informado efectivos de la Guardia Civil, "carece del acondicionamiento necesario para evitar riesgos a las personas y al medio ambiente". Además, los agentes descubrieron que muchos contenedores situados en diferentes obras en las que operaba la entidad "no siguieron una gestión adecuada".

La Guardia Civil descubrió para la otra empresa de Zamora, que había vertido en una parcela unos 10.600 metros cúbicos de residuos de tierra, hierro, hormigón y tuberías de plástico que procedían de obra civil. La empresa realizaba extracción de áridos en esta misma parcela, que luego rellenaba con los desechos materiales. La Guardia Civil ha informado de que la empresa carece de autorización para el vertido de estos residuos.

Estas son las dos infracciones más graves, pero la Guardia Civil de Zamora ha impuesto diversas denuncias por infracciones administrativas a otras empresas que no aplican un tratamiento adecuado a sus residuos. Los agentes han recordado que as empresas dedicadas a la construcción y demolición deben gestionar sus residuos mediante las plantas de RCD existentes en la provincia. Estos desechos deben clasificarse en hormigón, ladrillos, tejas y cerámicos, y también se ha de separar la madera, el vidrio, los plásticos y el papel y cartón. La Guardia Civil ha recordado que si se traslada una cantidad elevada de residuos, la sanción puede suponer prisión de uno a dos años para los culpables.