La región representa actualmente casi un tercio del uso mundial de plásticos, con un consumo anual per cápita que oscila entre 32 kg en los países de ingresos medianos bajos y más de 100 kg en muchos países de ingresos medianos altos y altos de la región del Pacífico Sudoeste (APT). En 2022, la región filtró 8,4 Mt de plásticos al medio ambiente, lo que representa más de un tercio del total mundial, incluyendo 3,5 Mt de los Estados miembros de la ASEAN y 4,9 Mt de China. Se entiende por fuga de plástico cualquier plástico que entre en el medio terrestre o acuático como resultado de una recolección y eliminación inadecuadas. Esto incluye los residuos plásticos, como envases o vasos de bebidas, que se desechan o se vierten a cielo abierto.

El informe concluye que, para 2050, se proyecta que el uso de plásticos alcance las 280 Mt anuales, con un aumento del 68 % en las fugas de plástico, hasta alcanzar las 14,1 Mt anuales. El informe presenta un escenario de alta rigurosidad que muestra cómo una acción integral a lo largo del ciclo de vida del plástico podría reducir su uso en un 28 %, cuadruplicar las tasas regionales de reciclaje, alcanzando el 54 %, y reducir la gestión inadecuada de residuos en un 97 % en la región para 2050, en comparación con las proyecciones de referencia.

“El Sudeste Asiático y el Este pueden convertirse en un modelo mundial en la lucha contra la contaminación plástica y el fomento de soluciones de economía circular para los residuos plásticos”, declaró el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann. “Con una cooperación regional más sólida, políticas ambiciosas e inversiones específicas, la región puede eliminar casi por completo las fugas de plástico para 2050, generando beneficios duraderos para las personas, el medio ambiente y la economía mundial”.

El costo macroeconómico estimado de un escenario de Alta Estrictez —equivalente al 0,8% del PIB regional en 2050— se distribuye de forma desigual. Los países de ingresos medios-bajos de la ASEAN enfrentan un costo mayor (2,8% del PIB en promedio), lo que subraya la necesidad de fortalecer la cooperación regional y el apoyo internacional.

A pesar de los desafíos, como el aumento de la generación de residuos, que supera la gestión de estos en una región con una gran diversidad en términos de niveles de ingresos, uso de plásticos y capacidad para gestionarlos, se están logrando avances significativos. La mayoría de los países del APT han adoptado planes de acción nacionales sobre la contaminación por plásticos y han intensificado la cooperación regional. La tasa promedio de reciclaje en la región (12%) ya supera el promedio mundial (10%), y se están realizando esfuerzos para mejorar la segregación de residuos en origen, reducir la generación de basura y aumentar el uso de materiales reciclados en la fabricación.

Las estrategias eficaces pueden adaptarse aún más a los contextos locales y respaldarse con inversiones en infraestructura de recolección y reciclaje de residuos, marcos regulatorios más sólidos, señales políticas claras para desbloquear inversiones y apoyo a la integración de los trabajadores informales del sector de residuos.