El cultivo de café a la luz solar directa deforesta grandes áreas de selvas para hacerlo más rentable y resistente.

Hay quienes no funcionan sin un café por la mañana, algunos sólo necesitan pasar a la cafetería de moda y llegar con un vaso en la mano a la oficina para sentir que ya despertaron y otros más lo toman para poder pasar la noche. Muchos incluso se preocupan del origen de su café y compran en ciertos establecimientos que dicen estar ayudando al medio ambiente, lo que se ha desmentido últimamente por algunos expertos.

Dejando de lado las toneladas de basura que producen las cafeterías con sus vasos desechables, es el cultivo mismo del café lo que está dañando al planeta y no se está moviendo hacia un modelo sustentable. Los cafetales perjudican al ambiente ahora más que nunca en la historia.

La razón esta en que para aumentar la productividad, se comenzó a cultivar a la luz del sol directa en vez de hacerlo a la sombra de los árboles como de manera tradicional. Los cafetales ahora no se distinguen mucho de las malas prácticas de los monocultivos de maíz y soya que tanto han sido criticadas.

El cultivo de café a la sombra cayó de 43% a un 24% entre 1996 y 2010. Además de la diferencia de sabor que el tipo de cultivo provoca en el producto terminado, el café que se cultiva a la sombra favorece la diversidad de especies, evita la erosión del suelo y beneficia a los agricultores con la leña y los frutos que proveen.

La producción de café se hace más efectiva a la luz directa porque acelera la fotosíntesis, reduce enfermedades en las plantas y se puede sembrar con mayor densidad. Esta forma de cultivo tiene como consecuencias la deforestación, pérdida de especies que viven en las copas de los árboles y que controlan plagas de manera natural. Por si fuera poco el uso de pesticidas y fertilizantes aumenta de forma considerable.

Por ahora, la solución a este problema es el consumo de café que provenga de granjas certificadas que aseguren el origen sustentable de las bebidas que consumes, porque todos estamos de acuerdo en que no querrás cambiar el café de la mañana a menos que sea por uno más amigable con el ambiente.