La Industria coméstica y la reducción de sus residuos
El cuidado personal es uno de los grandes pilares del consumo de nuestra sociedad y como tal, el sector de la cosmética y droguería es un gran consumidor de recursos. La responsabilidad en la reducción de la huella de carbono que esta actividad provoca en el medioambiente es una responsabilidad compartida entre productores y usuarios.
Probablemente hoy, antes de salir de casa, cualquiera persona haya empleado entre seis y ocho productos del sector cosmético. En España, se gasta al año 170 euros por persona en este tipo de productos que no sólo se refieren a productos de maquillaje, sino también a aquellos relacionados con el cuidado personal, higiene, cuidado bucodental y peluquería y estética.
El cuidado personal es un gran pilar de consumo. Un ejemplo de ello, son las más de 250.000 referencias de productos de este tipo que podemos encontrar en el mercado y que nos sitúan a España, según datos de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, STANPA, en el 5º mercado en importancia dentro de la UE 27, detrás de Alemania, Francia, Inglaterra e Italia. Sin olvidar que el mercado europeo de perfumería y cosmética es el más importante del mundo con una facturación de unos 70.300 millones de euros al año y con unas cifras de ventas que se acercan a los 5 billones de productos vendidos.
Con estas cifras no es de extrañar el compromiso del sector por la implantación de medidas de respeto al medio ambiente. Además de los ingentes consumos de recursos, energía, agua, etc. propios de las industrias productoras, este sector tiene su caballo de batalla en el diseño de los envases, máxime teniendo en cuenta la importancia del mismo en la decisión de compra del consumidor.
El sector, como apunta el Instituto Tecnológico del embalaje, transporte y logística, ITENE, ha puesto en marcha diferentes iniciativas para reducir la huella de carbono que produce sobre todo en el diseño del packaging de los productos. Desde estrategias como el uso de envases renovables, biodegradables y obtenidos a partir de materiales reciclados, hasta políticas de eliminación del envase superfluo junto con la minimización de sus componentes y, en consecuencia, la disminución de su peso total, directamente relacionado con el consumo de combustible.
Unas iniciativas, todas ellas, en línea con las políticas planteadas por Ecoembes en el Plan de Prevención de Residuos para el año 2012-2014 y que contemplan, además de las señaladas anteriormente, el reducir el impacto ambiental, promover actuaciones que faciliten la reutilización de envases e impulsar actuaciones que faciliten el reciclaje. En este sentido, muchas empresas han puesto el foco en utilizar el número mínimo de materiales diferentes de envases o conseguir que todos sus componentes estén fabricados con el mismo material para facilitar el fin de vida del producto y la gestión de los residuos generados, lo que puede redundar en la reducción de los impactos ambientales. Para conocer ejemplos prácticos de todo esto, Ecoembes cuenta en su web con un buscador de Buenas Prácticas en el que se pueden conocer más de 160 casos prácticos, exclusivos del sector de cuidado personal y del hogar, puestos en marcha por empresas del sector.
Sanex ha desarrollado un innovador envase ecopack para rellenar la botella de gel de ducha y que contiene un 79% menos de plástico que una botella de gel normal. Además el envase gel Sanex Zero % cuenta con una fórmula biodegradable.
En nivea sun, antes de la implantación de esta medida de prevención, el producto se envasaba en un bote de plástico de 150 ml que constaba de tapón de rosca y obturador para la dosificación del producto. El cambio de diseño del envase ha supuesto una reducción del peso del bote de plástico. Asimismo, se han sustituido el obturador y el tapón por un nuevo formato de tapón que consta de un único elemento que lleva incorporado el dosificador.
¿Y qué ocurre con este tipo de envases cuando se ha concluido su ciclo de vida? Como en cualquier sector productivo, la correcta gestión de residuos depende de una responsabilidad compartida entre productor, distribuidor y usuario, siempre con el apoyo de las instituciones, y en el sector cosmético este cuatrinomio también se cumple ya que la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, STANPA, es miembro de ECOEMBES, entidad a través de la cuales gestiona el reciclado de los envases, contribuyendo a la protección de la naturaleza.
La cuarta R
Sanex