La UE disminuye su contaminación pero no logra avances en ruido, microplásticos y gestión de residuos

La Unión Europea ha logrado avances significativos en varios de sus objetivos de reducción de la contaminación para 2030, pero sigue rezagada en cuestiones clave como la exposición al ruido, la gestión de microplásticos y el tratamiento adecuado de residuos. Así lo indica el informe de progreso presentado este lunes por la Comisión Europea, que alerta de que estos desafíos podrían dificultar el cumplimiento de las metas ambientales del bloque comunitario.
"Aunque hemos progresado en muchas áreas, persisten desafíos significativos, especialmente en contaminación ambiental, microplásticos y gestión de desechos", ha señalado en rueda de prensa la directora ejecutiva de la Agencia Europea del Medioambiente, Leena Ylä-Mononen. La responsable ha subrayado la necesidad de acelerar los esfuerzos para alcanzar los objetivos fijados.
Uno de los principales problemas es la contaminación por microplásticos, cuya reducción del 30% para 2030 parece cada vez más inalcanzable. De hecho, en lugar de disminuir, ha aumentado entre un 7% y un 9% desde 2016 hasta 2022. Este dato llega en un momento en el que la UE está ultimando medidas contra los PFAS, conocidos como "químicos eternos", cuya regulación podría ser una de las grandes apuestas ambientales del próximo mandato de la Comisión Europea.
Otro aspecto preocupante es la contaminación acústica. Hasta la fecha, solo se ha reducido el impacto del ruido en un 2% de la población, una cifra muy alejada del objetivo del 30% establecido para finales de la década. Este problema está estrechamente relacionado con el tráfico y sus efectos sobre la salud, incluido el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La gestión de residuos urbanos también muestra un estancamiento alarmante. Mientras que la meta comunitaria es reducir su impacto en un 50% para 2030, hasta ahora solo se ha logrado una disminución del 1,5%. Esta situación plantea un serio desafío para los Estados miembros, que deben mejorar sus estrategias de reciclaje y tratamiento de desechos si quieren cumplir con los compromisos ambientales.
"Estamos solo a una generación de distancia de 2030, por lo que debemos progresar rápidamente", ha advertido la comisaria europea de Medioambiente, Jessika Roswall, al presentar el segundo informe de seguimiento de la estrategia de contaminación cero, lanzada en 2020. Roswall insistió en la urgencia de aplicar de forma efectiva la legislación medioambiental vigente.
En el ámbito agrícola, la UE también enfrenta dificultades. Persisten altos niveles de amoníaco y óxido nitroso en el medio ambiente, derivados principalmente de la ganadería y del uso de fertilizantes químicos. Además, el informe señala la acumulación de metales pesados en suelos agrícolas, como mercurio, cadmio y cobre, que provienen de productos agroquímicos y pesticidas.
Avances hacia otras metas ambientales
No obstante, el informe también destaca avances significativos en otros ámbitos. Desde 2015, las muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire han disminuido en un 45%, acercándose a la meta del 50% para 2030. También se ha logrado una reducción del 46% en el uso de pesticidas químicos y un descenso del 28% en la venta de fármacos antimicrobianos.
Sin embargo, la contaminación atmosférica sigue teniendo un impacto económico considerable. Según los datos de la Comisión Europea, la mala calidad del aire genera un coste de hasta 2.000 euros por persona en gastos sanitarios y pérdida de productividad. A pesar de ello, Roswall ha subrayado que "en conjunto, estamos avanzando en la dirección correcta" y ha destacado que los cánceres mortales de pulmón han disminuido un 17% en la UE.
El informe se publica pocos días después de que Bruselas presentara su plan para impulsar una industria limpia, una estrategia que ha sido criticada por organizaciones ecologistas, quienes consideran que se aleja de los objetivos del Pacto Verde Europeo. Este plan incluye mayores inversiones en terceros países productores de gas natural. Los activistas exigen medidas más estrictas para garantizar que la transición ecológica no se quede en compromisos insuficientes.
El Mediterráneo, principal afectado en Europa
Además, el estudio incluye un mapa interactivo que proyecta tendencias futuras de contaminación en diferentes regiones de Europa. Según este análisis, el sur del continente enfrentará un mayor impacto de la polución por ozono debido al aumento de las temperaturas, lo que podría agravar problemas de salud y ambientales en países mediterráneos.
En el caso de España, los datos muestran que Catalunya y el País Valencià presentan una peor calidad del aire en comparación con otras regiones. Madrid y Extremadura registran los menores avances en la mejora de la calidad del agua de baño en ríos y embalses, mientras que Murcia, La Rioja, Castilla y León y Catalunya enfrentan problemas severos de contaminación por nitratos en aguas subterráneas. Asimismo, la costa mediterránea y atlántica española sufre de eutrofización, es decir, un exceso de nutrientes, los cuales proceden de la agricultura y los residuos urbanos.
Este diagnóstico refuerza la necesidad de aplicar con mayor eficacia las políticas medioambientales en toda la UE. Como ha concluido la comisaria Roswall, "el informe nos muestra dónde estamos y lo que queda por hacer", un recordatorio de que, aunque hay avances, aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar un futuro libre de contaminación.
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