La UE lanza una propuesta para reducir la presencia de microplásticos

Las conclusiones del informe que WWF International Evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza, publicado el pasado año, son alarmantes: miles de seres humanos podrían estar ingiriendo el equivalente en plástico a una tarjeta de crédito semanalmente. Sí, la tarjeta del banco en el estómago cada siete días. La Unión Europea podría ahora reducir su aportación global al esparcimiento de este tipo de materiales plásticos, de menos de 5 mm de diámetro, si acepta el dictamen hecho público por la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA, por su siglas en inglés).
El Comité de Análisis Socioeconómico (SEAC) de la ECHA, en su última resolución, propone prohibir los productos que contienen microplásticos añadidos si estos se liberan en el medio ambiente al ser utilizados. Es el caso de cierto tipo de cosméticos, productos de limpieza y lavandería, fertilizantes, productos fitosanitarios y recubrimientos de semillas, además de algunas pinturas, aunque la norma, de hacerse realidad, no implicaría a todas las tintas, ya que las que no suponen “liberaciones ambientales” no estarían bajo esa norma. El dictamen también recomienda “evitar la liberación de material de relleno microplástico de los campos deportivos de césped artificial”.
La propuesta se elevará a la Comisión Europea junto al dictamen del Comité de Evaluación de Riesgos (RAC) de la ECHA del pasado junio, en el que se señala que “una restricción a escala de la UE en virtud de la legislación sobre sustancias químicas de la UE —el Registro de sustancias y mezclas químicas (REACH)— es el medio más apropiado para abordar los riesgos de miles de millones de pequeñas partículas sólidas de plástico que contaminan nuestro medio ambiente”.
La adopción de los dictámenes emitidos por ambos comités evitaría, según la agencia europea, la liberación de 500.000 toneladas de microplásticos al medio ambiente en dos décadas. Los costes de poner en marcha estas políticas, derivados de “la necesidad de reformular las mezclas, reemplazar los microplásticos con materiales alternativos y la necesidad de que las autoridades hagan cumplir las restricciones”, señalan desde la agencia europea, se estiman entre 10.800 millones y 19.100 millones de euros.
Los datos que maneja la ECHA indica que, en un mercado creciente, cada año se liberan 42.000 toneladas de microplásticos al medio ambiente al ser utilizados los productos que los contienen. Con 16.000 toneladas al año estimadas, el relleno granular utilizado en campos deportivos de césped artificial es la principal fuente de esta contaminación.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Salto. Lee el original aquí]