La Universidad de Sevilla investiga la recuperación de zinc a partir de residuos
El Grupo de Investigación Biohidrometalurgia de la Facultad de Química de la Universidad de Sevilla está trabajando en un nuevo proyecto que permita dar una segunda vida a los residuos derivados de la chatarra y a las aguas ácidas existentes en las minas. Los investigadores pretenden obtener productos de zinc con la mayor pureza posible y al menor coste.
En este estudio se espera desarrollar un nuevo proceso de tratamiento que integre estos dos componentes y, de esta manera, aportar una solución a los problemas de contaminación que conllevan estos dos residuos. Francisco Carranza Mora, catedrático de la Universidad de Sevilla y responsable de este estudio, explica que el proceso consistiría en mezclar el polvo de acería con las aguas ácidas y tratar esa disolución con microorganismos capaces de oxidar el azufre y eliminar el hierro y otros contaminantes.
El polvo de acería está catalogado como residuo peligroso y es altamente contaminante. Este material contiene un 25% de concentración de zinc, y las aguas ácidas procedentes de las minas también contienen una alta concentración de este metal. En la naturaleza existen microorganismos capaces de soportar estas condiciones extremas y capaces de utilizar el CO2 como fuente de carbono, de tal forma que al incorporarlos en esta mezcla de polvo de acería y aguas ácidas, son capaces de eliminar el azufre, el hierro y otros materiales contaminantes. “Así, pretendemos conseguir productos como el sulfato de zinc, óxido de zinc, carbonato básico de zinc, y zinc electrolítico en medio alcalino con un precio de venta adecuado en el mercado a un coste razonable, convirtiendo así problemas medioambientales en fuentes de riqueza”, explica el catedrático.
“Desde que comenzamos a investigar en los años 70 sobre biohidrometalurgia siempre nos ha movido la idea de desarrollar técnicas nuevas más competitivas y rentables frente a las técnicas convencionales basadas en la aplicación de elevadas temperaturas. Además nos preocupa dar soluciones a los problemas medioambientales con los que nos hemos ido encontrando a lo largo de estos años”, afirma Carranza Mora. Este grupo trabaja además en otras líneas de investigación como la biolixiviación de sulfuros metálicos, el control del fresado químico del aluminio o el tratamiento de escorias de fundición de cobre entre otras.
Vía: Informaria Digital