La Universidad Politécnica de Madrid genera fertilizantes de zinc de "alta eficiencia" a partir de residuos

Un equipo multidisciplinar de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha desarrollado fertilizantes de zinc “de alta eficiencia” a partir de residuos, con el fin de contribuir a promover “un modelo agrícola sostenible”.
Defienden los autores la importancia del estudio porque el zinc es un mineral “esencial” para el cuerpo humano, necesario para el sistema inmunológico, el crecimiento y la cicatrización.
Sin embargo, este nutriente se encuentra “poco disponible” en suelos de pH alcalino y en suelos ácidos muy lavados, por lo que es necesario aportarlo en forma de fertilizantes “para obtener altos rendimientos y calidad de los cultivos agrícolas”, según resume la UPM en una nota.
Para la producción de estos fertilizantes, los investigadores han desarrollado un procedimiento de extracción de zinc de pilas alcalinas fuera de uso, que se basa en disoluciones de glicina (el aminoácido más simple, barato, y de origen natural) cuya utilización podría sustituir a otros compuestos químicos “más agresivos y contaminantes”.
Además, los procesos desarrollados se han realizado a baja temperatura, lo que también supone “un importante ahorro energético”, y contribuye a alcanzar “un avance significativo” en la aplicación de los principios de la economía circular en la agricultura.
Para llevar a cabo esta investigación, se han evaluado los fertilizantes en dos suelos agrícolas de características “muy diferentes” (uno de ellos procedente de Valladolid y otro de Madrid) y se ha estudiado el efecto en plantas de lechuga cultivadas en estos suelos.
Los resultados de estos primeros ensayos muestran que los complejos de glicina de zinc “podrían ser una alternativa” a la fuente tradicional de sulfato de zinc, desde el punto de vista de la efectividad en incrementar la concentración de zinc en el cultivo de lechuga.
El tratamiento con glicina de zinc mostró altas concentraciones de este mineral biodisponible en los suelos seleccionados, superiores a las de sulfato de zinc, algo que permitiría efectuar cultivos posteriores sin una adición añadida de este micronutriente.
Asimismo, la aplicación la aplicación de glicina para el tratamiento del suelo mostró un efecto positivo sobre el rendimiento y los parámetros morfológicos analizados y, además, no se observó ningún efecto negativo o tóxico en las plantas, agregan los firmantes del trabajo.
Actualmente los investigadores están evaluando el impacto de estos productos en otros suelos y en diferentes tipos de cultivos agrícolas, tratando de comprobar si este tipo de fertilización “puede mejorar la disponibilidad del nutriente en los suelos y la calidad nutricional de los alimentos”.
Además, están explorando estrategias para optimizar la extracción de otros nutrientes para las plantas a partir de diferentes residuos, concluye la UPM. EFE.
[Este contenido procede de La Vanguardia Lee el original aquí]