Las alternativas residuales a los áridos naturales se afianzan en el sector de la construcción
Una de las materias primas más empleada en construcción es el árido, ya sea a granel constituyendo por sí mismo aplicaciones tales como rellenos granulares, bases, subbases de carreteras, o bien como elemento principal constitutivo del hormigón. Desde hace tiempo se conoce que residuos procedentes de determinados procesos industriales presentan una capacidad latente para considerarse alternativos al árido natural, tras un tratamiento previo.
Los últimos años han supuesto una mejoría en la tecnología de producción de estos áridos "artificiales", que los mejoran como alternativa tanto a nivel técnico como económico. Además, estos áridos no naturales suponen la ventaja de reducir la extracción de los tradicionales y también la de emplear fracciones residuales de procesos industriales que de otro modo acabarían en los vertederos.
Este sector crece a pesar de la crisis y desde Tecnalia se colabora con los productores de áridos (naturales y/o artificiales) y las distintas Administraciones para poder regular el uso de estos productos alternativos, participando con estos agentes en toda la cadena de valor, desde su producción, métodos de tratamiento, etc hasta su posterior comercialización (Marcado CE), aunando las potencialidades que disponemos tanto desde la actividad de I+D como desde la actividad de Servicios Tecnológicos.
A pesar de que son variados los procesos industriales de los que pueden salir residuos utilizables como áridos, hay dos fundamentales por su cuantificación: los áridos procedentes del propio proceso constructivo (derribos, rehabilitaciones) que tras un tratamiento vienen a constituir los denominados áridos reciclados, y los áridos procedentes de los residuos de los procesos de fabricación de acero, vulgarmente conocidos como escorias de acería, que tras su tratamiento pasan a constituir los denominados áridos siderúrgicos.
Vía Uviteco
Foto de Daquella manera (cc)
Derio, Vizcaya