Según refleja el documento, entre los residuos peligrosos producidos por el complejo minero figuran ácidos (más de 1.500 toneladas), "ceras y grasas usadas", aceites minerales no clorados "de motor, de transmisión mecánica y lubricantes", así como baterías de plomo, o "productos químicos de laboratorio que consisten o contienen sustancias peligrosas, incluidas las mezclas de productos químicos de laboratorio". Asimismo, en esa cantidad de desechos peligrosos de hace un par de años también se engloban "tierra y piedras que contienen sustancias peligrosas", --en concreto 71,4 toneladas--, o residuos "de granallado o chorreado".

Sin embargo, las instalaciones disponen de su correspondiente autorización ambiental unificada (AAI), contando con un volumen de producción de 28.453 toneladas de cobre.

En la actualidad, en paralelo, la Administración autonómica tiene expuesto a información pública el expediente relativo a la aprobación inicial del 'Modificado del Plan Especial de Actuación Minera Las Cruces', correspondiente a este complejo minero. La modificación de este plan pretende ampliar la zona de canteras de la mina gracias a la incorporación de seis fincas de Salteras.

Así, el pasado 9 de abril, la secretaria general de la Delegación provincial de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda, María Salas, resolvió exponer a información pública, y por ende a alegaciones, la aprobación inicial del 'Modificado del Plan Especialde Actuación Minera Las Cruces'. Esto sucedía después de que el pasado 22 de septiembre de 2011, el citado departamento había otorgado la aprobación inicial de la ampliación de la zona de canteras a través de la incorporación de seis parcelas pertenecientes al término municipal de Salteras.

Este complejo minero a cielo abierto es un revulsivo económico aunque ha generado fuertes críticas por parte de ecologistas debido al impacto de la actividad en la provincia sevillana. La vega del río Guadiamar y los municipios de la denominada Faja Pirítica quedaron marcados por la catástrofe medioambiental derivada de la ruptura de la balsa de lodos tóxicos de la mina que la antigua Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa) explotaba en Aznalcóllar, un municipio que solo dista unos kilómetros de distancia de Gerena.

Por este suceso el Juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla mantiene como imputados a un exdirectivo y a tres directivos de 'Cobre las Cruces' por presuntos delitos de daños continuados y contra el medio ambiente después de que, en 2008, fuesen descubiertas unas 20 perforaciones no autorizadas en el acuífero Niebla-Posadas, explotado por la compañía minera para sus operaciones de extracción de cobre.