Los contenedores afean la zona monumental de Valencia
Los ciudadanos valencianos ponen en tela de juicio el uso de contenedores tradicionales en los espacios públicos de la ciudad. Las zonas turísticas y espacios con gran afluencia de visitantes afean la estampa de monumentos como el Mercado Central, los Santos Juanes o la Lonja. El problema se repite en la moderna Ciudad de las Ciencias y en el propio Palau de les Arts, en el que pueden verse hasta nueve contenedores para cartón, plástico, vidrio y residuos orgánicos situados justo a la entrada de la sala Martín i Soler.
Los vecinos se quejan de que el famoso arquitecto Santiago Calatrava, que ideó el complejo modernista que hoy constituye la carta de presentación de Valencia y que ha costado más de mil millones de euros, no haya pensado en la recogida de la basura y los desechos de los turistas y del propio edificio. La solución aportada, con los típicos contenedores de superficie, parece no convencer a nadie. Los vecinos argumentan que sería más adecuado tener los contenedores bajo tierra. Eso ya cambiaría la imagen que dan estos edificios y monumentos. Otras ciudades como Benidorm, Segovia o Barcelona han colocado contenedores soterrados, pero aquí son prácticamente testimoniales y se siguen instalando los de superficie.
Fuentes de la Cacsa indican que los contenedores son competencia del ayuntamiento y que están situados en zonas discretas pero a la vez accesibles para que puedan ser recogidos con facilidad. Las empresas adjudicatarias que gestionan el servicio de recogida de basura en la ciudad han añadido como mejoras en los concursos la instalación de contenedores soterrados, pero en realidad, apenas han instalado ninguno.
La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico ha solicitado repetidas veces que se pongan contenedores bajo el suelo en los entornos monumentales, pero el Ayuntamiento es reacio dado su "elevado coste" y afirma que "la basura acaba rebosando". Además, argumenta que en zonas como el centro histórico, con todos los servicios que ya están bajo tierra (luz, agua, teléfono, etc.) supone una dificultad añadida.
Como nota positiva, el equipo liderado por la paisajista Kathryn Gustafson, encargado del diseño del Parque Central, sí ha pensado en este tema y ya tiene prevista la instalación de casi 170 contenedores subterráneos en distintos puntos de este parque de 230.000 m2.