Los desperdicios de alimentos provocan un gran impacto sobre el Cambio Climático, el Agua, el Terreno y la biodiversidad
La pérdida de 1.3 billones de toneladas de alimentos provoca enormes pérdidas económicas y mucha hambre innecesaria, pero hay cuestiones ambientales profundamente conectadas con los residuos de alimentos, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La Huella del desperdicio de alimentos de la FAO: Impactos sobre los Recursos Naturales, es el primer estudio que analiza los efectos de despilfarro alimentario mundial desde una perspectiva medioambiental, centrándose específicamente en las consecuencias en el clima, el agua, la tierra y la biodiversidad.
La huella de carbono de los alimentos producidos y desperdiciados se estima en 3,3 millones de toneladas de gases de efecto invernadero: Este desperdicio de alimentos correspondería al tercer emisor de gases de efecto invernadero después de los EEUU y China.
A nivel mundial, la huella hídrica (es decir, el consumo de los recursos acuáticos superficiales y subterráneos) del desperdicio de alimentos es de alrededor de 250 kilómetros cúbicos (km3), lo que equivale a la descarga anual de agua del río Volga , o tres veces el volumen del lago de Ginebra.
Los alimentos que se producen y no se comen ocupan casi 1,4 millones de hectáreas de tierra, que representa casi el 30 por ciento de la superficie agrícola del mundo.
El 54% del alimento desperdiciado en el mundo se produce "aguas arriba" durante la producción , manipulación y almacenamiento post-cosecha, según un estudio de la FAO. Alrededor del 46% de lo que pasa "aguas abajo", en las etapas de procesamiento, distribución y consumo.
Si bien es difícil estimar los impactos sobre la biodiversidad a nivel global, continúa el informe , "el desperdicio de alimentos, el monocultivo y la expansión de la agricultura en las áreas silvestres producen la pérdida de la biodiversidad, incluyendo mamíferos, aves, peces y anfibios".
Más allá de su impacto ambiental, las consecuencias económicas directas cuesta unos 555 mil millones de euros cada año.
Achim Steiner Director Ejecutivo del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PNUMA), sostiene que el informe, "pone en relieve los múltiples beneficios que se pueden realizar, en muchos casos, a través de medidas simples y cuidadosamente pensadas, por ejemplo, en los hogares, comercios, restaurantes, escuelas y negocios que puedan contribuir a la sostenibilidad ambiental, las mejoras económicas, la seguridad alimentaria y la realización del Desafío Hambre cero del Secretario General de las Naciones Unidas".
"Simplemente no podemos permitir que un tercio de todos los alimentos que producimos se pierdan debido a prácticas inadecuadas, cuando 870 millones de personas pasan hambre todos los días", agregó en un comunicado.
El volumen global de desperdicio de alimentos se estima en 1,6 millones de toneladas, siendo la cantidad de la producción agrícola total (para los alimentos y los usos no alimentarios), de aproximadamente 6 mil millones de toneladas.