Madrid implantará barreras de seguridad de material reciclado a partir de neumáticos fuera de uso y plásticos
La nueva barrera de seguridad de New Jersey, realizada con material reciclado a partir de neumáticos fuera de uso y plásticos, supone una mejora respecto a los sistemas de protección convencionales porque absorbe mayor energía del impacto y reduce las emisiones de CO2 en su proceso de fabricación.
Se trata de un sistema que la Comunidad de Madrid se ha comprometido a instalar en sus carreteras tan pronto como las pruebas del crash test realizado este miércoles en Valladolid certifiquen su adecuación a la normativa europea mediante el etiquetado CE.
“Nos parecía interesante hacer un proyecto que mezclara las barreras que se usan en las carreteras con la mejora del medio ambiente”, ha explicado el director general de carreteras de la Comunidad de Madrid, Iván Maestre.
“Si los resultados son buenos se trata de un nuevo producto que podemos introducir en las carreteras y que puede constituir una ventaja respecto a los sistemas de protección actuales”, ha afirmado Mastre.
También ha asegurado que la intención es “buscar la competencia entre estas barreras y las metálicas” puesto que ambas tienen un “nivel de seguridad similar, pero las nuevas afectarán menos al motorista”.
Según ha indicado, la Comunidad de Madrid tiene previsto instalar en alguno de sus 1.000 kilómetros de carreteras un tramo de barrera para “hacer una prueba real” de cómo funciona este sistema de protección vial de nivel H1.
No obstante, Maestre ya ha adelantado que no se va a renovar todo el sistema de seguridad, porque “la normativa europea dice que si una barrera ya pasó en su momento un proceso de homologación no existe razón para sustituirla, aunque se fabrique un modelo más efectivo y sostenible”.
Además, el director general de carreteras ha sostenido que “renovar todo el sistema de seguridad tiene un coste demasiado alto para la Administración”, por lo que el modelo New Jersey sólo se implantará en los tramos de carreteras que se rompan por accidentes o en las nuevas construcciones.
El primer ensayo para comprobar la efectividad de las barreras New Jersey se realizó el pasado 17 de octubre en las instalaciones de la empresa Cidaut en Mojados (Valladolid).
En ese caso se probó con el impacto de un vehículo pesado no articulado de 10.000 kg después de rodar sin frenos en una pendiente de 15º a una velocidad de 70 km/hora.
Los resultados fueron satisfactorios ya que la barrera resistió sin romperse y los daños provocados en el vehículo no afectaron al habitáculo del pasajero.
El ensayo del pasado miércoles, que se puede ver en el siguiente vídeo, consistió en provocar el impacto contra la barrera de un vehículo ligero, un turismo de 900 kilos, con un ángulo de 20º a una velocidad de 100 km.
Lo importante de este ensayo es que también se evaluaron los índices de severidad del impacto para los ocupantes del coche.
“Si durante el golpe la cabeza del maniquí de pruebas no rompe la ventana por impacto se puede decir que el resultado es positivo en cuanto a la seguridad del ocupante”, ha declarado el responsable del ensayo, Alberto Mansilla.
A la espera de obtener los resultados oficiales, los responsables de Cidaut auguran “un buen resultado”, con lo que el proyecto seguiría con la última fase: su certificación CE y posterior salida al mercado.
“Una vez se homologue, este producto pionero se podrá usar no sólo en Madrid, sino también en el resto de España y en toda Europa”, ha comentado Iván Maestre.
Un proyecto sostenible
Es un nuevo tipo de barreras de seguridad fabricadas con hormigón y que contienen el mayor porcentaje de materiales reciclados posible, porque se han sustituido elementos áridos por el caucho procedente de neumáticos fuera de uso (NFU) y plásticos reciclados.
“Nos dimos cuenta de que el caucho modificaba las propiedades del hormigón, porque hacia que absorbiese más energía en caso de impacto, con lo cual los daños para el coche y sus ocupantes se minimizan”, ha comentado el director de desarrollo de mercados de Signus Ecovalor, José María Bermejo.
Además de ofrecer una seguridad extra, estas barreras “son más ecológicas, sostenibles y pesan menos, por lo que hay un ahorro de emisiones de CO2 tanto en la fabricación como en su transporte“, ha añadido Bermejo.
En el proceso de fabricación se han introducido 33 kilogramos de caucho reciclado, lo que equivale a seis neumáticos fuera de uso, en cada metro de barrera y que representan el 10 % de su volumen.
Bermejo ha asegurado que “es la primera vez que se emplea esta clase de materiales en barreras de seguridad para las carreteras“, por lo que confía en que, cuando se confirmen los datos, “será un producto muy comercial debido a su absorción de energía“.
Programa Life+
Las barreras New Jersey han sido fabricadas gracias al trabajo desarrollado por la empresa de gestión de neumáticos usados Signus Ecovalor, el centro de investigación sobre seguridad del automóvil Cidaut y el centro productor Prefabricados Alberdi, en colaboración al Administración madrileña, que ejerce sus funciones como coordinadora del proyecto.
El plan de fabricación de estas barreras de seguridad se inició el 1 de octubre de 2011, forma parte del programa LIFE+ de la Unión Europea y cuenta con un presupuesto de 1,9 millones de euros.