Máquinas para reciclar y reutilizar el plástico en casa
Aunque modesta, Precious Plastic (Plástico precioso) es una propuesta real de reutilización, una llamada a la acción para mitigar los problemas relacionados con los residuos plásticos. El holandés Dave Hakkens ha pasado dos años ideando máquinas que permitan a cualquiera reciclar plástico, cuatro modelos hechos con “materiales básicos”, para las que hace falta poco dinero.
Hakkens fue también el creador de Phonebloks, el teléfono móvil con una plataforma base y los componentes en bloques para que pudieran reemplazarse y reducir así de manera drástica la chatarra tecnológica que generan por quedar obsoletos en un par de años. Ahora el diseñador busca una solución a uno de los problemas medioambientales más graves de nuestro tiempo: los residuos plásticos.
En la web del proyecto están online y disponibles para su descarga los planos de las máquinas, con visionados en 3D y vídeos. Con el empeño de que en cualquier parte del mundo se puedan crear, las máquinas, ”desarrolladas en módulos, para que puedan actualizarse, repararse y personalizarse”, tiene que poder construirlas hasta el menos experto, en todo caso con ayuda de un manitas.
Con Precious Plastic, los envases de productos de limpieza, belleza o comestibles se convierten en virutas, se derriten para inyectarlo en un molde, se transforma en cordeles para enrollarlo alrededor de estructuras, usarlo así o emplearlo en una impresora 3D. La modesta muestra de macetas, fruteros, lámparas, sombreros, carpetas sujetapapeles y tiradores para cajones y armarios son prometedores y abren un horizonte optimista.
No es sólo reciclaje, sino una posibilidad de prosperar y construir proyectos comunitarios a partir de un material dañino como residuo. El plástico supone el 80% de los residuos en mares y océanos, contamina las aguas liberando químicos tóxicos, ahoga y envenena a las especies marinas. El catastrófico círculo del plástico se completa cuando consumimos pescado o marisco: la basura se integra en nuestro cuerpo.