Mejora de la refrigeración de los equipos electrónicos con piezas en desuso
Alrededor de un 4% de la basura producida en la UE está compuesta por residuos electrónicos o eléctricos, porcentaje que en España equivale a más de 150.000 toneladas anuales de material que no es tratado adecuadamente y que genera daños en el ambiente y por lo tanto en la salud. Para contribuir a atajar esta situación, el proyecto EcoRaee busca desde la Universidad de Vigo alternativas de reutilización de equipamiento electrónico en desuso. Una de las opciones sobre las cuales trabajan los investigadores es el empleo de este material para una mejor refrigeración de las grandes instalaciones informáticas de computación en red, que tienen en la gestión del calor, que generan uno de sus grandes problemas.
Según explican sus promotores, el objetivo general de EcoRaee, un proyecto Life + de tres años de duración y un presupuesto de 1,26 millones de euros que coordina la Universidad de Vigo en colaboración con Revertia y EnergyLab, es la caracterización y demostración de un proceso industrial de preparación para reutilizar equipos electrónicos, con la finalidad de promover estándares para la transposición de la normativa europea y contribuir así a un alto nivel de separación de los aparatos electrónicos y eléctricos, entre el 45% y el 65% en los próximos años. En este contexto, la iniciativa se desarrolla en cuatro líneas de trabajo, llamadas demostrativos, en las que valoran posibles usos para los equipos en desuso y demuestran la utilidad de su material, en algunos casos para propósitos diferentes para los los cuales fueron creados originariamente.
Eficiencia y optimización
"El gasto más grande de electricidad en informática no se hace en mantener accesos los equipos sino en su refrigeración, porque estos aparatos disipan mucho calor y eso afecta a su propio funcionamiento. El sistema clásico y básico echa mano de ventiladores para solucionar este problema. Esto funciona en un ordenador, en dos etcétera pero cuando se habla de instalaciones grandes el ambiente no es capaz de disipar ese calor y eso supone un gran problema", explica Javier Rodeiro, del Departamento de Ingeniería Informática de la Universidad de Vigo y coordinador de los demostrativos del proyecto europeo desde el campus de Ourense.
El demostrativo centrado en la búsqueda de alternativas de refrigeración para instalaciones informáticas de procesamiento en grid está desarrollándose en el CITI, el Centro de Investigación, Transferencia e Innovación del campus de Ourense. "El objetivo en este caso es reutilizar el equipo en desuso para la creación de clústers, agregaciones de computadores, y hacer así instalaciones eficientes energéticamente hablando", indica Rodeiro. De esta manera, los investigadores trabajan en la construcción en los laboratorios del CITI de seis armarios con 20 procesadores cada uno en los que se experimenta con diferente tipo de refrigeración de los componentes electrónicos pensando en su escalabilidad para instalaciones de supercomputación. Para comprobar la utilidad de los sistemas articulados, el proyecto va a entrar dentro del Grid europeo de supercomputación, como un nodo del Centro de Supercomputación de Galicia Cesga, donde se va a contabilizar el tiempo de CPU que estos armarios pueden dar para actividades de cálculo.
"El proyecto es muy interesante porque supone una optimización de recursos e instalaciones de múltiples maneras y un beneficio para todos los implicados. Concretamente el CITI decidió apoyar EcoRaee porque es una oportunidad para poner en valor sus espacios participando en un proyecto europeo. Aguardamos que tenga resultados interesantes ya que es una oportunidad para avanzar en un tema tan importante como reutilizar los cada vez más numerosos equipos informáticos en desuso", comenta Xosé Antón Vila, director del CITI.