Menos de la mitad de las PYMES españolas conoce el potencial de la Economía Circular
Mientras algunas pequeñas y medianas empresas se abrazan con fuerza a la economía circular ⎯un enfoque de producción y consumo que promueve compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos con el fin de generar un valor adicional⎯, muchas otras se están quedando rezagadas. El desconocimiento sobre el concepto persiste en más de la mitad de las pymes españolas, revela el informe Economía Circular y Pymes en España, publicado por la Cámara de Comercio de España y Mapfre en 2021. Según datos de la investigación ⎯referencia entre diversas instituciones del país al ser la única que ofrece datos sobre la situación de este segmento de la economía⎯, sólo el 46% de las pymes conoce el alcance y potencialidades de la economía circular. Dentro de este porcentaje, aquellas con menos de 50 trabajadores son las que muestran un mayor desconocimiento sobre el tema.
El modelo evoluciona, según destaca el propio informe, muy rápidamente a medida que crece el tamaño de la empresa. Pero hay que subrayar que en el país, del total de las pymes, solo un 0,6% de las empresas tiene al menos 50 empleados, que es donde el conocimiento del concepto comienza a ser mayoritario. En España, comenta Nuria Fernández Muñiz, fundadora de la consultora DelaeNe.net, investigadora del grupo Finres (UNED) que realiza su tesis doctoral sobre economía circular y líderes de pymes españolas, indica que en el mercado español se pueden identificar tres tipos de pymes relacionadas con este modelo innovador en la producción.
“Por un lado, están las que no forman parte de este enfoque y desean realizar la transición adoptando ciertos modelos de negocio circulares que ya están funcionando“, advierte la experta. “Por otro, las pymes nuevas que nacen con la intención de operar siguiendo estos principios desde el inicio. Y finalmente, están las empresas sostenibles que ya han estado operando de manera circular mucho antes de que se convirtiera en una tendencia”.
Entre los obstáculos, según glosa un estudio de Ecoembes de 2023, están la falta de información sobre la economía circular y su impacto en el medio ambiente, así como barreras económicas, basadas en la escasez de recursos financieros, la dificultad para acceder a ayudas públicas o la percepción de las cuestiones ambientales como algo costoso con escasos beneficios. Otros inconvenientes están relacionados con la propia estructura de las pymes, que carece de medios necesarios como personal, formación o innovación. La organización sin fines de lucro señala que las barreras son difíciles de superar debido a la estructura de las pymes, con un tamaño reducido, lo que limita su capacidad económica para acceder a ciertos servicios profesionales y financieros. En el país, el 56,6% de las empresas no tienen ningún asalariado, y el 41,4% tienen menos de 50 trabajadores, según el INE.
“Esto pone al descubierto una estructura productiva sumamente frágil, tanto en el sentido económico como en la gestión empresarial”, resalta el estudio de Ecoembes. Desde la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) comentan que la circularidad se aplica en algunas empresas desde hace años, pero muchas de ellas no saben que sus procesos son sostenibles. “Han adaptado sus procesos productivos para mantenerse competitivas en el mercado europeo y global. Esta evolución ha sido crucial para aumentar su eficiencia. Un ejemplo claro está en el sector papelero, que se ha modernizado para reducir el consumo de energía y competir con industrias extranjeras”, dicen desde la patronal.
“Las pymes están adoptando una variedad de enfoques para adaptarse a los nuevos requerimientos de la economía circular, reconociendo no solamente la importancia de mitigar su impacto en el medio ambiente, sino también las exigencias regulatorias que llegan desde la Unión Europea, así como desde los gobiernos nacionales y regionales, que están avivando los procesos de economía circular para poder seguir operando”, explica Ana Gascón Ramos, presidenta de la Asociación Española de Directivos de Sostenibilidad (DIRSE).
La transición de un modelo de producción lineal a uno circular no es sencilla para ningún tipo de empresa, al margen de su tamaño, destaca Gascón Ramos. En el caso de las pymes muchas siguen sin tener en cuenta diseños ecológicos en sus productos (21,1%, según el estudio de Mapfre y la Cámara de Comercio), algo que resulta clave para incrementar la tasa de reciclaje. Son muy pocas las que eliminan los plásticos de un solo uso (16,2%), y la inmensa mayoría no cree que deban tomar medidas para recuperar y reutilizar el agua (88%), excepto las del sector industrial.
“Esta transformación no supone simplemente cambiar determinados procesos, sino hacer una reevaluación del modelo de negocio”, añade la experta de DIRSE. Sin embargo, señala que como cualquier otra empresa tienen necesidades de formación y costes iniciales que pueden conllevar retrasos en la transformación.
Es crucial que las empresas se adapten al mercado y adopten prácticas sostenibles para sobrevivir, afirma Ignacio Bañeres, responsable de Sostenibilidad Ambiental de AENOR, una entidad dedicada al desarrollo de la normalización y la certificación en todos los sectores industriales y de servicios. “La sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad intrínseca en todas las empresas”, concluye.
Informe completo aquí: Economía Circular y PYMES en España
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de El País. Lee el original aquí]