Modelo ecosistémico del Mar Negro: base científica para la evaluación ambiental y la formulación de políticas
El Mar Negro ha vivido 60 años turbulentos, con una presión creciente causada por la actividad humana y fenómenos naturales como la sobrepesca, la contaminación, la erosión costera, la invasión de especies exóticas y el cambio climático. Como resultado de esta importante y compleja combinación de factores de estrés, sus ecosistemas se han vuelto menos resilientes, las poblaciones de peces se han desplomado y la salud general de la masa de agua se ha deteriorado desde la década de 1960, señalan los investigadores.
A pesar de ser uno de los ecosistemas marinos más perturbados antropogénicamente del mundo, también es uno de los menos evaluados en cuanto a su biodiversidad. Además, los enfoques de gestión basados en ecosistemas en el mar se han limitado a fundamentar las políticas pesqueras comerciales. Sin embargo, para proteger la salud y la resiliencia a largo plazo del ecosistema del Mar Negro, se necesitan políticas de amplio alcance y la cooperación entre todos los países ribereños, junto con una modelización robusta para evaluar su eficacia. Esto es especialmente apremiante dada la reciente actividad militar en Ucrania, que está impactando los ecosistemas costeros y marinos de la región a través de la contaminación química y acústica, el daño al hábitat y las limitaciones a las actividades de conservación.
Esta nueva investigación aborda esta necesidad de modelización mediante la presentación de una evaluación espacio-temporal del ecosistema del Mar Negro desde 1995, utilizando el marco de modelización Blue2 . Este marco ha sido desarrollado por la Comisión Europea y el Centro Común de Investigación (CCR) para apoyar la implementación de políticas como la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina, la Directiva Marco del Agua y la Política Pesquera Común. Blue2 es un conjunto avanzado de herramientas para simular ecosistemas marinos, considerando diversos escenarios de gestión y políticas, e incluyendo las condiciones ambientales, las interacciones en la red trófica y los factores de estrés antropogénicos.
El modelo revela las condiciones de la red trófica y las poblaciones de peces del Mar Negro, considerando todas las especies y grupos funcionales representativos del ecosistema entre 1995 y 2021. Se considera una amplia gama de componentes del ecosistema, como la hidrología del agua dulce, la oceanografía marina, la bioquímica, las redes tróficas marinas y el forzamiento atmosférico.
En comparación con la modelización previa del Mar Negro, este estudio incluye nuevos grupos funcionales: tres especies de delfines, tres grupos de aves marinas, 24 grupos de peces, ocho grupos de invertebrados, cinco grupos planctónicos, praderas marinas y algas, descartes y detritos, y ocho tipos de flotas pesqueras. Los datos de entrada se extrajeron, calcularon o infirieron de la literatura, las evaluaciones de poblaciones de peces y el modelo Blue2 del Mar Mediterráneo. Los investigadores también utilizaron un modelo de balance de masas denominado Ecopath, que ofrece una instantánea del ecosistema en el tiempo, y Ecosim, que simula la dinámica de los grupos funcionales en el espacio y el tiempo, considerando la hidrodinámica y la biogeoquímica.
El estudio modeló todo el Mar Negro, excluyendo el pequeño y poco profundo Mar de Azov, abarcando una superficie de aproximadamente 423 000 kilómetros cuadrados, hasta una profundidad máxima de 2212 metros. Su simulación de la dinámica general del ecosistema mostró que la biomasa total de la mayoría de los grupos funcionales disminuyó entre 1995 y 2021. El modelo también identificó que ciertas especies —gaviotas, cormoranes, espadines, jureles y lisas— desempeñan un papel estructural e instrumental en la red trófica. Mientras tanto, las flotas pesqueras tuvieron un notable impacto negativo indirecto no solo en las especies explotadas comercialmente, sino también en otros mamíferos marinos.
En general, el modelo ha mostrado la degradación del ecosistema del Mar Negro a lo largo del tiempo y proporciona una base de referencia valiosa y muy necesaria. Representa el estado histórico y actual del mar, tanto espacial como temporalmente. Esto es importante para la formulación de políticas y la gestión futuras destinadas a mitigar el deterioro ambiental. Dado que el modelo se basa en un marco existente diseñado para escenarios específicos de la UE, también permite la comparación entre el Mar Negro y otras masas de agua regionales como el Mediterráneo. Sus resultados son muy relevantes y adecuados para su uso en la evaluación de las políticas y la legislación europeas.
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