Nueva certificación para la Destrucción Confidencial y Segura de Información
AENOR, en colaboración con la Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (REPACAR) y la Asociación Española de Destrucción Confidencial de Información (AEDCI), ha celebrado la jornada “Destrucción Segura de Material Confidencial”, en su sede de Madrid.
Durante la misma, y ante más de 70 profesionales procedentes del ámbito empresarial y asociativo, se ha presentado la norma UNE-EN 15713 para la Destrucción Segura del Material Confidencial y el RP B50.01 (Reglamento Particular de la marca AENOR) que recogen los requisitos que deben cumplir las empresas que realizan servicios de destrucción de documentación confidencial y que quieran desarrollar un programa de certificación de esta norma.
En el desarrollo de esta nueva certificación, totalmente integrable con otras normas, han participado empresas y asociaciones del sector de la destrucción confidencial, lo que ha permitido adaptar la norma europea a la realidad de las empresas españolas. La nueva certificación garantiza el cumplimiento del marco normativo español, facilita una revisión periódica de las instalaciones y de los procesos y vela por las necesidades de un servicio de destrucción óptimo, tanto desde el punto de vista de la seguridad como de los costes.
Durante la inauguración de la Jornada, que ha corrido a cargo de José A. García, Presidente de REPACAR, Francisco Donoso, Presidente de AEDCI, y Avelino Brito, Director General de AENOR, se ha destacado la búsqueda permanente de excelencia y profesionalización de los servicios de las empresas involucradas en la destrucción segura de información y material confidencial, con el objetivo de ofrecer mayor confianza, transparencia y valor añadido a los clientes.
El Subdirector General del Registro General de Protección de Datos de la Agencia Española de Protección de Datos, Julián Prieto, analizó las obligaciones, los riesgos y las sanciones que establece la normativa actual en material protección de datos y de destrucción de documentación confidencial. Mientras que, José A. Valderrama, Gerente de Nuevas Tecnologías de AENOR, presentó los requisitos técnicos exigibles a la destrucción y el proceso de certificación. Además, Valderrama recalcó “la importancia de garantizar la seguridad durante todo el proceso de destrucción” y “el carácter ambientalista de la norma, puesto que tiene en cuenta el reciclaje del soporte al final del proceso”.
Tras la presentación se celebró una mesa redonda en donde las empresas que ya están certificadas, y que participaron en le proceso de desarrollo de la norma, mostraron su experiencia práctica. Todas ellas coincidieron en la importancia que tiene, tanto para la empresa como para el cliente, poseer una certificación que garantiza que se presta un servicio de destrucción confidencial seguro, con los máximos estándares éticos y profesionales.
La Asociación Española de Recuperadores de Papel y Cartón (REPACAR) es una organización empresarial sin ánimo de lucro, que con 43 años de experiencia, representa a la industria española de la recuperación de los residuos de papel y cartón, defendiendo los intereses de 170 plantas de gestores de residuos autorizados distribuidos a lo largo de toda la geografía española, que suponen más el 90% de la recuperación de papel y cartón a nivel nacional y combinan objetivos económicos y sociales para el conjunto de la comunidad con la conservación del medio ambiente, consolidándose como un modelo de empresa sostenible tradicional, que obtiene sus recursos del propio sistema ayudando a reintegrarlos en el mismo, generando más de 5.000 empleos directos permanentes y 15.000 empleos indirectos, con una facturación anual de 500 millones de euros.
El objetivo primario del sector de las empresas dedicadas a la actividad de la gestión de residuos es recoger, tratar y recuperar de la manera más efectiva posible los residuos no deseados generados por las actividades antrópicas, para limitar su impacto en el medio ambiente y en la salud de las personas; volviéndolos a reintegrar en el sistema como nuevos recursos o materias primas secundarias, evitando la eliminación de un residuo que puede ser aprovechado de nuevo y la utilización en los procesos de fabricación de nuevos recursos naturales, con la consiguiente generación de residuos y las emisiones atmosféricas asociadas; garantizando mediante el ejercicio de su actividad el correcto funcionamiento y mantenimiento de los sistemas de recuperación y reciclado.